Utilidad de la línea orbitomeatal superior sin incluir los cristalinos en la exploración con diferentes voltajes del tubo en la TC craneal pediátrica

Artículo original: Masuda T, Funama Y, Nakaura T, Sato T, Kiguchi M, Oku T, et al. Utilidad de la línea orbitomeatal superior sin incluir los cristalinos en la exploración con diferentes voltajes del tubo en la TC craneal pediátrica. Radiología [Internet]. 2024;66(5):403–9.

DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.rx.2023.02.006

Sociedad: Sociedad Española de Radiología Médica (@SERAM_RX)

Palabras clave: tomografía computarizada, TC de la cabeza, reducción de la dosis de radiación, TC pediátrica, cristalino

Abreviaturas y acrónimos utilizados: línea orbital base (OML), línea orbitomeatal superior (SOML), tomografía computarizada (TC)

Línea editorial del número: Radiología es la revista de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), con publicación bimestral, que cuenta con una edición en español y otra en inglés. El número 5 del volumen 66, de septiembre-octubre de 2024, cuenta con 12 artículos. Además del artículo revisado, me gustaría destacar dos artículos publicados en este número que me parecen interesantes.

El primero es un artículo que intenta romper el mito de la necesidad de ayunar antes de la administración de contraste, repasando la evidencia científica disponible y mostrando la experiencia en su propio centro, en el que no se ha producido ningún caso de neumonía por aspiración tras la eliminación de la necesidad de ayuno (con una muestra de 27000 pacientes).

También me gustaría recomendar un artículo que resume la regulación legal de la inteligencia artificial en la Unión Europea, enfocado a los sistemas de inteligencia artificial en radiología, tratando temas como la supervisión por parte de los radiólogos y la responsabilidad legal en caso de errores diagnósticos .

Motivos para la selección: La dosis de radiación es un factor que deberíamos tener en cuenta al realizar un estudio, siendo todavía más importante en los pacientes pediátricos. Es por ello que he escogido este artículo, me parece muy interesante porque nos permite ser conscientes del impacto que puede tener escoger el protocolo adecuado al realizar un estudio.

Resumen:

Introducción:

La TC craneal es uno de los estudios tomográficos más frecuentes en pacientes pediátricos. Estos estudios conllevan radiación sobre el cristalino, que es uno de los tejidos con mayor radiosensibilidad. Se ha demostrado que su exposición a la radiación ionizante aumenta el riesgo de cataratas, con un umbral de 5 Gy en casos de exposición aguda y de 8 Gy para la exposición crónica.

Intentar reducir esta radiación es especialmente importante en los pacientes pediátricos porque su esperanza de vida es mayor, por lo que hay que intentar aplicar los métodos disponibles que nos permitan reducir la dosis recibida.

En este estudio se estudian dos protocolos diferentes en las TC de cabeza y se analizan las dosis de radiación recibidas con cada uno de ellos: protocolos en los que los cristalinos están incluidos en el área de exploración (línea orbital base, OML) y protocolos en los que los cristalinos no están incluidos en el área de exploración (línea orbitomeatal superior, SOML).

Para ello, se utilizaron tres maniquíes pediátricos (correspondientes a un recién nacido, un niño de 1 año y un niño de 5 años), en los que se colocaron tres dosímetros cutáneos, uno en el centro de la cabeza, otro en la superficie de los cristalinos y otro en la glándula mamaria izquierda.

Además se analizaron los datos de los dosímetros con diferentes tensiones de tubo (80, 100 y 120 kVp).

Resultados más destacables:

En el análisis estadístico no se observaron diferencias significativas en las dosis medidas en la cabeza entre los dos protocolos.

En cuanto a la dosis medida en el cristalino, se observó una reducción de dosis de aproximadamente el 80% con el protocolo SOML con todas las tensiones del tubo, con una diferencia estadísticamente significativa (p < 0,05). Por ejemplo, a 80 kVp, la dosis media medida de los cristalinos en el maniquí de 1 año fue de 31 mGy con el protocolo OML y de 6,82 mGy con el protocolo SOML, y con 120 kVp la dosis fue de 39,99 mGy con el protocolo OML y de 8,74 mGy con el protocolo SOM en el mismo maniquí.

También se observó una disminución de un 20% en la dosis medida en la glándula mamaria con el protocolo SOML (p < 0,05).

Conclusión:

Empleando un protocolo que no incluya a los cristalinos en la TC de cabeza en pacientes pediátricos conseguimos reducir la radiación tanto en los cristalinos como en las glándulas mamarias.

La dosis de radiación debe seguir el principio ALARA (tan bajo como sea razonablemente posible), y esto incluye la optimización de la técnica y de los parámetros de adquisición.

Además de tomar estas medidas, también es importante reducir la dosis de exposición con otras técnicas, como los métodos de modulación de dosis en función de los órganos.

Puntos fuertes y débiles del artículo / Valoración personal:

Considero interesante este artículo porque es labor de todos conocer las técnicas y protocolos que nos permiten reducir las radiaciones ionizantes recibidas por los pacientes. Por lo tanto, estar actualizados en este tema me parece indispensable en nuestro trabajo como radiólogos.

Como puntos fuertes del artículo, me gustaría destacar el hecho de que cuentan con maniquíes de diferentes edades y emplean diferentes tensiones de tubo para analizar los resultados del dosímetro.

Como principal punto débil del artículo, no se ha comparado la calidad de la imagen obtenida con los diferentes protocolos, factor que también es importante, ya que si obtenemos un estudio no diagnóstico que es necesario repetir, también estaríamos aumentando la radiación.

Silvia Durán Lojo

silvia.duran.lojo@gmail.com

Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña. R4.

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Publicado en Radiología

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