Seguimiento por imágenes de neumonía COVID-19: ¿cuándo y cómo? Una propuesta de ESTI y ESR

Artículo original: Martini K, Larici AR, Revel MP et al. COVID-19 pneumonia imaging follow-up: when and how? A proposition from ESTI and ESR. Eur Radiol. 2022;32:2639-49. 

Sociedad: European Society of Radiology (@myESR)

DOI: https://doi.org/10.1007/s00330-021-08317-7

Palabras clave: COVID-19, Diagnostic imaging, multidetector computed tomography, lung, follow-up.

Abreviaturas y acrónimos utilizados: AI (Inteligencia Artificial), COVID-19 (Enfermedad provocada por el coronavirus 19), CTPE (Angiografía Pulmonar por Tomografía), DECT (Tomografía Computarizada de energía dual), ESTI (Sociedad Europea de Imagen Torácica), ISTH (Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia) SDRA (Síndrome de dificultad respiratoria aguda), SER (Sociedad Respiratoria Europea), TC (Tomografía Computarizada), TEV (Tromboembolismo venoso).

Línea editorial del número: European Radiology es la revista oficial de la Sociedad Europea de Radiología y de otras sociedades oficiales de radiología. A nivel mundial es una de las revistas líderes, ya que mes a mes se encarga de publicar contenido actualizado y novedoso por parte de radiólogos que son ampliamente reconocidos en su área. Este volumen 32 cuenta con 75 artículos con una temática variada, incluyendo artículos de revisión, estudios observacionales, y también de inteligencia artificial. 

Motivos para la selección:  

La enfermedad por coronavirus ha puesto de manifiesto un antes y después en la sociedad que conocíamos hasta ahora, generado un impacto difícilmente cuantificable en las esferas variadas de la vida humana. La dificultad inicial en el diagnóstico de la enfermedad ante la falta de pruebas de detección precoz evidencia la importancia de los hallazgos radiológicos en su valoración inicial. Si bien son conocidas sus diferentes manifestaciones torácicas, en el momento agudo de la enfermedad, todavía se desconocen las secuelas a largo plazo que esta patología puede conllevar. Por este motivo me pareció muy interesante y oportuno esta revisión sobre la evidencia actual del papel de los estudios de imagen en el control de la enfermedad pulmonar y su posterior evolución.

Resumen:

El término “COVID persistente” se mencionó por primera vez en la literatura en junio de 2020. Las pautas que lo definen son los síntomas constantes después de 4 semanas como COVID y el síndrome post-COVID cuando los síntomas duran más de 12 semanas. Alrededor del 10% de los pacientes con COVID-19 podrían desarrollar este tipo de patología.

La tasa de sospecha de fibrosis pulmonar en la tomografía computarizada (TC) en pacientes con neumonía por COVID-19 varía entre aproximadamente el 46 % a los 2 meses y entre el 25 y el 30 % a los 3 y 6 meses, respectivamente.

Sin embargo, la disfunción pulmonar no es el único síntoma a largo plazo. Otros síntomas variados pueden persistir y presentarse como enfermedades tromboembólicas, cardiovasculares, neuropsiquiátricas, renales, gastrointestinales o dermatológicas.

Los síntomas descritos por la literatura más comunes son fatiga, disnea, dolor de cabeza y pérdida del sentido del olfato.

Papel de la imagen

  1. Características de la TC al alta

Las alteraciones pulmonares secuenciales durante la etapa temprana de la fase aguda de la neumonía por COVID son las conocidas opacidades en vidrio deslustrado periféricas y bilaterales como hallazgos más predominantes. Algunos pacientes desarrollaron enfermedad pulmonar quística, como neumatoceles, sin embargo, estos cambios se deben principalmente a barotrauma durante la ventilación mecánica. La tasa de resolución completa al alta del paciente varía entre estudios según la gravedad inicial de la infección

  • Características de la TC a los tres meses

A los 3 meses del ingreso la TC demuestra anomalías persistentes, siendo el patrón de “vidrio deslustrado” el hallazgo más frecuente.  Otros hallazgos en la TC incluyen consolidación lineal u opacidades en banda y perilobulillares, posiblemente en parte compatibles con neumonía organizada, y también reticulación y engrosamiento intersticial.

Se ha encontrado panalización con escasa frecuencia en el grupo de estudio, lo que sugiere que el hallazgo de un patrón de fibrosis pulmonar podría asociarse a la existencia previa de enfermedad. 

La serie de seguimiento más larga actualmente disponible con 83 pacientes supervivientes de neumonía COVID-19 grave, informa sobre la alta prevalencia de hallazgos residuales en la TC al alta hospitalaria y su mejoría continuada en los siguientes 12 meses. 

En resumen, la mayoría de los pacientes que fueron hospitalizados en la UCI por neumonía por COVID-19 presentan anomalías persistentes en la TC a los 3 meses de seguimiento, compatibles con cambios de neumonía organizativa en fase residual y no deben describirse como cambios fibróticos.

¿Quién debe tener un seguimiento radiológico?

No se recomienda de forma rutinaria el seguimiento con imágenes de tórax en pacientes con neumonía adquirida en la comunidad en pacientes cuyos síntomas se han resuelto dentro de los 5 a 7 días. Teniendo en cuenta la frecuencia de anomalías pulmonares persistentes y la falta de datos sobre las consecuencias a largo plazo, se debe considerar la realización de imágenes de seguimiento en pacientes sintomáticos que fueron hospitalizados y/o mostraron un curso clínico más grave de la enfermedad.

Es aconsejable la TC de tórax 3 meses después del alta hospitalaria, y en caso de pacientes que tienen anomalías en la TC de tórax que no se resuelven, se recomienda realizar más investigaciones y repetir las imágenes de seguimiento después de 3 meses más.

Además, se recomienda la TC de tórax en pacientes que presentan síntomas respiratorios nuevos o progresivos cuando se recuperan de neumonía por COVID-19 para evaluar posibles complicaciones como neumotórax o infección superpuesta. 

La mayoría de los pacientes COVID-19 que ingresaron en unidades de cuidados intensivo, muestran enfermedad residual al alta. Los cambios en la neumonía posteriores a la COVID-19 son principalmente consistentes con una neumonía organizativa previa y es probable que desaparezcan en los 12 meses posteriores

La TC de baja dosis sin contraste realizada en posición supina debería ser suficiente en la gran mayoría de los pacientes con COVID-19 para el seguimiento de estos pacientes.

Valoración personal:  Dado el contexto epidemiológico actual en el que nos situamos, este artículo me parece muy útil y relevante científicamente, con potencial aplicabilidad en el futuro a la práctica clínica de esta importante patología. Es posible que en ciertos momentos el texto resulte algo repetitivo. Sin embargo, las ideas finales quedan lo suficientemente claras y concuerdan con la justificación del artículo.

Juan Ramón y Cajal Calvo

Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza), R4

jramonycajalc@gmail.com

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Publicado en European Radiology

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