Artículo original: Smalley RJ, Plut D, Sideris GA, Paltiel HJ, Lee EY. Up-To-Date Ultrasound Imaging Assessment of Intracranial Disorders in Infants and Children: Practical Approach to Diagnosis. Radiol Clin N Am. 2025
DOI: https://doi.org/10.1016/j.rcl.2025.03.008
Sociedad: Radiological Society of North America (@RSNA)
Palabras clave: cranial ultrasound, doppler ultrasound; contrast-enhanced ultrasound, transcranial doppler, neuroimaging, hemorrhage; TORCH infection, sickle cell diseas.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: EHI (encefalopatía hipóxico-isquémica); CEUS (ecografía con contraste); RI (índice de resistencia); TAMMV (media ajustada al tiempo de la velocidad máxima).
Línea editorial: Radiologic Clinics of North America es una revista que publica series monográficas bimensuales sobre temas de vanguardia en radiología diagnóstica e intervencionista. Cada entrega está íntegramente dedicada a una sola temática y se elabora bajo la coordinación de un editor invitado, líder reconocido en esa área. La orientación es eminentemente clínica y busca una transferencia a la práctica habitual: los artículos, escritos por expertos internacionales, combinan una exposición crítica de la evidencia con abundantes imágenes que es lo que más destacaría. Los artículos tratan todas las subespecialidades —mama, cardiotorácica, vascular, musculoesquelético, neurorradiología, genitourinaria, urgencias, pediatría, abdomen— manteniendo un enfoque integrador que conecta la imagen y la clínica. Pese a no ser publicaciones de investigación original, goza de un factor de impacto considerable dentro de las revistas de revisión en Radiología y se considera de referencia para actualizaciones rápidas y orientadas a la práctica, especialmente entre residentes.
La revista dispone igualmente de la sección «Articles in Press», compuesta por manuscritos aceptados y revisados por pares que aún no han sido asignados a un volumen o número específico, como el que he seleccionado. Destacaría otros dos trabajos de la entrega de este mes: uno sobre enfermedades intersticiales asociadas a conectivopatías ya que es un tema árido, difícil de abordar pero fundamental en la rotación de radiología torácica de cualquier residente; y uno sobre RM en cáncer de recto. La RM de recto es indispensable para el estadiaje del cáncer de recto, la vigilancia de pacientes bajo neoadyuvancia y la detección de recidiva postquirúrgica.
Motivos para la selección: He seleccionado este trabajo por varias razones. En primer lugar, el artículo aborda una técnica fundamental de la neurorradiogía pediátrica, ya que la ecografía transfontanelar sigue siendo el pilar del diagnóstico inicial y del seguimiento de diversas patologías en neonatos y lactantes dado que no emplea radiación ionizante. Además, la revisión aporta una síntesis extensa de patología del SNC de debut en esta edad, así como parámetros de adquisición, valores de referencia y aplicaciones emergentes de la ecografía con contraste (CEUS), lo que aporta gran valor práctico. Finalmente, el tema se alinea estrechamente con mis intereses en neurorradiología e imagen cuantitativa.
Resumen:
La ecografía transcraneal –junto al Doppler color / espectral y la ecografía con contraste (CEUS)– constituye una piedra angular en la valoración del SNC del neonato y del lactante. El protocolo estándar parte de la fontanela anterior con transductores curvos y lineales de 3-20 MHz, con una profundidad que incluya hasta el foramen magno haciendo barridos coronales-sagitales que se graban (cineloop) para evitar la detección de pseudolesiones. Se completa con la ventana mastoidea dirigida a la fosa posterior y con cortes de senos durales para descartar trombosis y distinguir entre espacios subaracnoideos dilatados de hematomas subdurales apoyándose en la presencia o no de venas puente. El índice de resistencia (RI) normal de la arteria cerebral anterior se sitúa entre 0,6-0,8, parámetro de utilidad en la encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) y en la hidrocefalia aguda, mientras que la CEUS permite generar mapas para evaluar la perfusión global o focal.
Dentro de las anomalías congénitas, en la agenesia del cuerpo calloso debemos buscar el signo del “Texas longhorn” o cabeza de alce, se refiere al aspecto de los ventrículos laterales en proyección coronal, con el giro cingulado evertido en unos cuernos frontales estrechos y alargados; y los haces callosos longitudinales de Probst, que se advierten como indentaciones parasagitales hiperecogénicas. La holoprosencefalia varía desde la forma lobar, con fusión frontal inferior, hasta la alobar con dilatación monoventricular y quiste dorsal. La malformación de la vena de Galeno se manifiesta como una cavidad hipoecogénica de flujo arterializado y el Doppler permite distinguir entre los subtipos coroideo y mural; y la CEUS permite estudiar las aferencias para planificar la embolización endovascular. El espectro Dandy-Walker se caracteriza por quiste de IV ventrículo, vermis hipoplásico y tórcula elevada. Mientras que, la hipoplasia aislada vermiana, el quiste de la bolsa de Blake y la megacisterna magna se diferencian por su pronóstico y la necesidad (o no) de derivación ventriculoperitoneal. Las malformaciones de Chiari muestran, en ventana mastoidea, fosa posterior pequeña, apiñamiento tonsilar y signo del tectum picudo o tectum en pico (tipo II) o encefalocele occipital (tipo III) tras el parto.
La hemorragia y la hidrocefalia continúan siendo la indicación más frecuente en prematuros. La hemorragia de la matriz germinal se gradúa del 1 al 4; la fase aguda se manifiesta como un foco hiperecogénico en el surco caudadotalámico, con extensión y dilatación ventricular crecientes según grado, y la CEUS ayuda a discernir entre tejido viable de infartado. Debe inspeccionarse la fosa posterior en busca de hemorragia cerebelosa asociada y los senos transversos y sagital para trombosis. Las complicaciones asociadas incluyen los quistes germinolíticos, ependimitis-ventriculitis e hidrocefalia obstructiva.
En la EHI, la hiperecogenicidad tálamo-basal precoz, la diferenciación exagerada gris-blanca y un RI < 0,55 pronostican mala evolución; en la fase crónica predominan la leucomalacia periventricular y la dilatación ex vacuo. En la CEUS se prolonga el time-to-peak y disminuye el pico de realce en áreas hipóxicas, correlacionándose con la restricción a la difusión en RM y permitiendo monitorizar la respuesta a hipotermia terapéutica.
La patología infecciosa abarca el espectro TORCH y la meningitis bacteriana principalmente. En la infección congénita por CMV, la triada: calcificaciones periventriculares, quistes subependimarios temporo-occipitales y mineralización lenticuloestriada suele acompañarse de ventriculomegalia y polimicrogiria; Toxoplasma añade calcificación difusa y dilatación ventricular, mientras que la infección congénita por el virus Zika produce microcefalia con calcificación en la unión sustancia gris-blanca. En la meningitis post-natal, la ecografía permite detectar engrosamiento leptomeníngeo así como complicaciones del tipo abscesos, ventriculitis, hidrocefalia y trombosis venosa.
El doppler transcraneal constituye el pilar del cribado de complicaciones vasculares en anemia falciforme: una TAMMV > 200 cm/s medida en la ACM o el sifón carotídeo identifica a niños de alto riesgo de ictus, candidatos a transfusiones o hidroxiurea, estrategia que reduce la tasa de eventos isquémicos hasta en un 92 %. Finalmente, en el traumatismo por abuso, la ecografía con transductores de alta frecuencia permite diferenciar el hematoma subdural (colección extraaxial sin venas puente) del ensanchamiento benigno del espacio subaracnoideo, donde los vasos atraviesan la columna líquida; esta distinción evita diagnósticos erróneos y litigios injustificados.
En resumen, el artículo ofrece una guía exhaustiva para el radiólogo y el residente: desde la optimización técnica (ventanas, transductores, CEUS, Doppler) hasta la semiología específica de malformaciones, hemorragia, EHI, infecciones, vasculopatía por anemia falciforme y trauma. Dominar estos hallazgos permite un diagnóstico precoz y libre de radiación.
Valoración personal:
El trabajo constituye una revisión exhaustiva y práctica. Recorre, con imágenes muy ejemplificadoras, todo el espectro de patologías susceptibles de exploración mediante ecografía transcraneal.
Puntos fuertes
- Descripción técnica detallada. Se ofrece un protocolo sistemático para modo B, Doppler color/espectral y ventana mastoidea, con especificaciones de transductores, profundidades y uso de cineloop. Se añaden instrucciones para la CEUS (dosis pediátrica y análisis cuantitativo) y doppler transcraneal (ventana pterional, sonda 2–3 MHz, ausencia de corrección angular).
- Integración de todas las aplicaciones clínicas relevantes. El texto repasa de forma sistemática malformaciones congénitas, hemorragia e hidrocefalia, EHI, espectro TORCH y adquiridas, anemia falciforme y traumatismo, detallando hallazgos ecográficos característicos en cada entidad.
- Orientación docente y para el estudio. Incluye tablas (p. ej., la de hemorragia de matriz germinal) y figuras comparativas (modo B, color, CEUS, RM) que facilitan la correlación multimodal.
- Mensajes prácticos condensados. La sección Clinics Care Points resume cinco perlas aplicables.
Puntos débiles
- Escasa cuantificación del rendimiento diagnóstico. Aunque se describen valores de referencia (IR 0,6–0,8; TAMMV > 200 cm/s), no se aportan datos de sensibilidad, especificidad o valor predictivo de la ecografía frente a RM/TC para cada patología.
- Limitaciones inherentes a la técnica reconocidas, pero no desarrolladas. El propio texto indica que el TC o la RM siguen siendo superiores para confirmar hematomas subdurales y valorar la fosa posterior en niños mayores, sin profundizar en estrategias de integración multimodal.
- Aplicaciones emergentes de la CEUS aún basadas en series preliminares. El potencial de los mapas de perfusión se ilustra con casos aislados; aún no existen datos prospectivos o consensos sobre sus indicaciones, lo que limita la aplicación inmediata a la práctica clínica en nuestro medio.
En definitiva, se trata de una revisión muy sólida que refuerza el papel de la ecografía transcraneal como técnica de primera línea en la neurorradiología pediátrica, integrando la CEUS y el Doppler sin perder la perspectiva clínica. Su principal fortaleza reside en la claridad técnica y la amplitud del espectro de patologías que aborda. Como limitación, faltan datos que permitan estimar su precisión diagnóstica frente a métodos de referencia establecidos, aunque queda fuera de su objetivo.
Clemente García-Hidalgo
Hospital General Universitario Morales Meseguer (Murcia), R1
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