Artículo original: Graña-López L, Abelairas-López L, Villares A. Crioablación en tumores de mama. Radiología. 2025;67(2):214-222
DOI: https://doi.org/10.1016/j.rx.2023.09.005
Sociedad: Sociedad Española de Radiología (@SERAM_RX)
Palabras clave: técnicas de ablación, crioablación, mama, guiado por ecografía.
Abreviaturas y acrónimos: N/A.
Línea editorial: la revista Radiología es la publicación oficial de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM). Está dedicada a la difusión de conocimientos científicos y técnicos en el campo de la radiología, incluyendo diagnósticos por imagen, técnicas intervencionistas, avances tecnológicos, casos clínicos y revisiones temáticas relevantes para los radiólogos. Comenzó a publicarse en 1912, lo que la convierte en una de las revistas médicas más antiguas en el ámbito de habla hispana. Tiene una periodicidad bimestral, es decir, se publica cada dos meses.
El artículo seleccionado se ha extraído del volumen 67, número 2 (marzo-abril de 2025), junto con el cual se han publicado otros 16 artículos. Me parece interesante destacar el artículo sobre crioablación de tumores de mama por suponer una técnica intervencionista alternativa a la cirugía en algunos casos y por su potencial desarrollo futuro y el artículo de la imagen del pseudoaneurisma: claves diagnósticas, causas y complicaciones, debido a la necesidad de un diagnóstico y tratamiento precoz.
Motivos para la selección: he elegido este artículo porque la crioablación representa una técnica innovadora y mínimamente invasiva para el tratamiento de tumores mamarios. Me parece especialmente interesante por sus múltiples ventajas: preservar la estética mamaria, reducir complicaciones, mejorar la calidad de vida de las pacientes y por su aplicación ambulatoria y sin necesidad de anestesia general. Considero que su desarrollo puede cambiar significativamente el enfoque terapéutico en determinados casos de cáncer de mama y, por ello, los residentes debemos estar familiarizados con ella.
Resumen:
La crioablación es una técnica de ablación térmica que provoca destrucción celular gracias a los efectos del frío (-40 a -60 º). Es una técnica ecoguiada en la que se usa únicamente anestesia local en la piel y alrededor de la lesión que se va a tratar. Se trata de la primera técnica de ablación empleada para el cáncer de mama.
Se emplea una criosonda con aguja de 10G o 13G comprobando que quede situada en el centro de la lesión en sus dos ejes, longitudinal y transversal. Como gases se pueden usar el argón y el nitrógeno siendo este último el más usado por ser más económico y fácil de almacenar. Durante el procedimiento podemos observar con la ecografía que el límite entre el tejido tratado y no tratado se ve como un borde hiperecogénico con sombra posterior.
Usa ciclos de congelación-descongelación y su eficacia depende de la velocidad, duración y número de ciclos (se realizan al menos 2 ciclos de congelación rápida separados por 1 ciclo de descongelación lenta).
La crioablación produce dos efectos. Por un lado, el efecto directo del frío produce formación de cristales intracelulares con la consiguiente necrosis y, por otro lado, el efecto indirecto del frío produce alteración del microambiente celular lo que conlleva a la apoptosis. Este proceso continúa semanas o meses tras la ablación y el resultado final es la necrosis coagulativa rodeada de neutrófilos.
Además, la crioablación presenta dos efectos adicionales. Por un lado, la trombosis de vasos sanguíneos tumorales que dificulta la reparación y, por otro lado, el frío produce inflamación con la consiguiente liberación de antígenos que activan la respuesta inmune antitumoral, lo que se conoce como efecto abscopal.
Las complicaciones son leves y poco frecuentes. No duele ni aparece hematoma debido al efecto analgésico y vasoconstrictor del frío. La infección es rara que se produzca y el cambio de coloración en la piel tratada desaparece espontáneamente. Si el efecto del frío llega a la piel se produce quemadura de bajo grado, y si llega al pectoral, dolor al mover el brazo.
Las indicaciones de la crioablación son las siguientes:
- Fibroadenomas de hasta 4 cm.
- Tratamiento del cáncer de mama hormosensible en mujeres que rechazan cirugía o no son candidatas quirúrgicas, principalmente mujeres de edad avanzada con tumores de hasta 2 cm (objetivo curativo o paliativo en función del tamaño de la lesión).
- No hay datos sobre su uso en lesiones B3 (lesiones con potencial incierto de malignidad).
- En el futuro podría suponer una alternativa a la cirugía en el cáncer de mama de bajo riesgo: carcinoma ductal infiltrante con menos de 25% de componente intraductal, de hasta 2 cm, receptores hormonales positivos, HER-2 negativo y en mujeres posmenopáusicas (para ello hay que valorar la tasa de recidiva de estos tumores a largo plazo tras el uso de la crioablación).
El tratamiento mediante crioablación de las lesiones próximas a piel y al pectoral suponen una contraindicación relativa ya que existe la posibilidad de realizar una hidrodisección para separar el tumor de la piel o pectoral.
No hay pautas definidas para el seguimiento tras la crioablación, ni en cuanto a recomendación de técnica de imagen ni periodicidad. En pacientes menores de 35 años con fibroadenomas tratados se aconseja control por ecografía mientras que en pacientes mayores con fibroadenoma se añade la mamografía. En tumor maligno se recomienda realizar técnica funcional cada 6 meses, ya sea con resonancia magnética o mamografía con contraste intravenoso. Ante recidiva o tumor residual se indica biopsia y posible nueva crioablación.
Valoración personal:
El artículo comenta los fundamentos de la crioablación y sus indicaciones en el momento actual y potenciales indicaciones futuras. Me ha parecido útil e interesante porque presenta la técnica de la crioablación de forma clara y concisa por tanto considero que es un buen artículo para empezar a conocer este procedimiento. Además, aporta evidencia actualizada y se comenta la necesidad de seguir realizando estudios para que esta técnica tenga más indicaciones en un futuro próximo.
Ani Andreea Nicol
Hospital Universitario Severo Ochoa (Madrid)
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