Artículo original: Düx DM, Heidrich B, Wacker F, Ringe KI. Percutaneous cryoablation of central liver tumors with thermal protection of the bile duct. Cardiovasc Intervent Radiol. 2025;48(10):1361–1368.
DOI: https://doi.org/10.1007/s00270-025-04146-z.
Sociedad: Cardiovascular and Interventional Radiological Society of Europe @cirsesociety
Palabras clave: bile ducts, cryoablation, hepatocellular carcinoma, liver metastases.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: BCLC (Barcelona Clinic Liver Cancer classification), CLLT (tumores hepáticos de localización central), HCC (carcinoma hepatocelular), IRB (comité institucional de ética en investigación), LIIT (termoterapia intersticial inducida por láser), LTR (recurrencia tumoral local), MASH (esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica), MWA (ablación por microondas), PTCD (colangiografía y drenaje transhepático percutáneo), RFA (ablación por radiofrecuencia), RM (resonancia magnética), SIRT (radioterapia interna selectiva), TACE (quimioembolización transarterial)., TC (tomografía computarizada).
Línea editorial: CardioVascular and Interventional Radiology es la revista oficial de la Sociedad Europea de Radiología Intervencionista (CIRSE). Con una proyección internacional, publica artículos revisados por pares y a doble ciego sobre investigación original, notas técnicas, revisiones, casos clínicos y comunicaciones breves en el ámbito de la radiología vascular e intervencionista.
Su objetivo es difundir avances clínicos y técnicos que mejoren la práctica de la radiología intervencionista, promoviendo la colaboración internacional y la formación continuada. Está indexada en las principales bases científicas y mantiene un alto impacto dentro de las revistas de radiología médica.
Motivos para la selección: He elegido este artículo porque aborda una técnica emergente y de gran relevancia en la radiología intervencionista actual. Concretamente, se trata de una nueva estrategia para el tratamiento de los tumores hepáticos centrales, una localización donde las técnicas ablativas convencionales (radiofrecuencia o microondas) presentan un alto riesgo de lesión biliar.
La combinación de crioablación percutánea con perfusión biliar caliente a través de una sonda nasobiliar constituye una alternativa mínimamente invasiva y de carácter multidisciplinar, que muestra resultados prometedores y amplía de forma significativa las posibilidades de aplicación de la crioablación en lesiones hepáticas complejas.
Este método representa una estrategia poco documentada y potencialmente aplicable en la práctica clínica, especialmente en pacientes no candidatos a cirugía ni a ablación térmica. Además, el estudio enfatiza el enfoque multidisciplinar entre radiología y endoscopia, potenciando el papel actual de las técnicas intervencionistas.
Resumen:
Objetivo:
Evaluar la viabilidad y seguridad de la crioablación percutánea de tumores hepáticos centrales, utilizando una técnica basada en la perfusión de suero caliente a través de una sonda nasobiliar, para proteger los conductos biliares durante el procedimiento; reduciendo en gran parte el riesgo de lesión biliar como consecuencia del uso de técnicas ablativas convencionales.
Material y métodos:
- Diseño: estudio observacional retrospectivo en 3 pacientes varones (40–79 años).
- Lesiones: 2 hepatocarcinomas (HCC) y 1 metástasis de tumor neuroendocrino (9–15 mm).
- Localización: adyacentes al conducto hepático derecho (n=2) o izquierdo (n=1).
- Procedimiento:
- Crioablación guiada por TC con sistema VisualIce.
- Sonda nasobiliar endoscópica colocada antes del procedimiento.
- Perfusión de suero salino templado (40–45 °C, 1–2 ml/s) durante la ablación.
- En dos casos se colocó stent biliar temporal.
Resultados:
- Éxito técnico: 100% (3/3).
- Eficacia (A0 ablación): 100%.
- Complicaciones: Ninguna lesión ni estenosis biliar.
- Seguimiento: 32, 343 y 909 días.
- No se observaron recurrencias locales.
- Un paciente falleció por causa no relacionada al procedimiento.
Discusión:
La crioablación de tumores hepáticos centrales es una técnica compleja debido a su localización, ya que se corre el riesgo de dañar los conductos biliares. El uso de perfusión biliar templada mediante sonda nasobiliar permite proteger dichas estructuras, sin comprometer la eficacia del tratamiento.
Comparada con las técnicas térmicas estándar (RFA o MWA), esta estrategia podría reducir el riesgo de complicaciones biliares, permitiendo una mejor monitorización visual de la zona tratada.
Aunque los resultados iniciales son alentadores, el número limitado de pacientes impide extraer conclusiones definitivas.
Conclusión:
La crioablación percutánea con perfusión biliar simultánea es una técnica segura, factible y efectiva para el tratamiento de tumores hepáticos centrales, evitando daño biliar y recurrencia local.
Se requieren estudios más sólidos y con mayor número de participantes para confirmar estos hallazgos y establecer su papel frente a otras técnicas ablativas.
Valoración personal:
Desde mi punto de vista, este artículo aporta una contribución interesante al campo de la radiología intervencionista, centrada en el tratamiento de tumores hepáticos centrales, una localización donde las técnicas ablativas tradicionales presentan alto riesgo de lesión biliar. Los autores proponen una solución innovadora: combinar crioablación guiada por TC con protección activa del conducto biliar mediante perfusión caliente a través de una sonda nasobiliar.
A nivel técnico, el estudio está bien diseñado y correctamente documentado con varias imágenes ilustrativas. El hecho de obtener 100% de éxito técnico y ausencia de complicaciones biliares refuerza la idea de que la crioablación puede ser una alternativa segura para tumores en zonas de riesgo.
Sin embargo, la principal limitación radica en su pequeño tamaño muestral, ya que se trata de una serie de solo tres casos, sin grupo control ni comparación directa con radiofrecuencia o microondas. Además, el seguimiento es heterogéneo (desde un mes hasta más de dos años), y el estudio carece de análisis estadístico o evaluación funcional del árbol biliar tras el procedimiento.
En términos de aplicabilidad, la técnica requiere coordinación interdisciplinar (radiología intervencionista y endoscopia digestiva), lo cual podría restringir su uso a centros terciarios con experiencia combinada. Aun así, este concepto es prometedor y podría inspirar futuros ensayos clínicos multicéntricos. En definitiva, podría considerarse un paso preliminar importante hacia la estandarización de esta técnica en tumores localizados en regiones peribiliares, constituyendo un estímulo para futuras investigaciones.
Carmen Carrera Jara.
Hospital Infanta Elena (Huelva) , R2
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