Artículo original: P. Fraga Rivas , J. de Miguel Criado, L. García del Salto Lorente, L. Gutiérrez Velasco y P. Quintana Valcarcel. Seguridad del paciente en Resonancia Magnética: Actualización. Radiología ESP, 2023; Volumen 65:447-57.
Sociedad: Sociedad Española de Radiología Médica (@SERAM).
Palabras clave: Resonancia magnética, campos magnéticos, dispositivos cardiacos implantables, seguridad del paciente, contraste, quemadura
Abreviaturas y acrónimos utilizados: FSE (fast spin echo), MARS (metal artefact reduction sequence), RM (Resonancia magnética), GRE (secuencia de eco de gradiente), FAT SAT (secuencia de saturación de grasa), STIR (short T inversión recovery), SSFP (steady-state free precession), T (campo magnético Teslas).
Línea editorial: Radiología, fundada en 1912, es el órgano de expresión científica oficial de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM). Radiología, de periodicidad bimestral, publica dos ediciones una en español y otra en inglés. En esta ocasión se trata del Volumen 65, número 5, Septiembre-Octubre 2023. La revista está indexada entre otras en: Emerging Sources Citation Index (Thomson Reuters), Medline, Scopus y EMBASE/Excerpta Médica.
Motivos para la selección: La seguridad del paciente en la resonancia magnética es un tema crítico porque la RM es una técnica de diagnóstico médico que utiliza campos magnéticos fuertes, y en este caso, al extenderse el uso de 3 T, conlleva riesgos aún mayores y potencialmente desconocidos. Me llamó la atención debido a que el radiólogo se encuentra directamente involucrado en la obtención de imágenes y manejo de la máquina, valorando la realización así como garantizar en gran medida como líder del equipo, junto a enfermeros y técnicos, que los procedimientos sean seguros y efectivos.
Resumen:
La RM de 3,0 T ofrece ventajas notables, como una rápida obtención, disminución de tiempo de adquisición, y mejoría de resolución, pero también conlleva planteamientos importantes de seguridad. Tener en cuenta sus principales desventajas técnicas, debido a su mayor campo magnético, como mayor susceptibilidad al movimiento, aumento del calentamiento de los tejidos o incremento del ruido en las imágenes.
Los incidentes graves relacionados con la RM son poco comunes. Sin embargo, algunos elementos y consideraciones que previamente se consideraban seguros en equipos de 1,5 T pueden no serlo en equipos de 3,0 T.
Antes del procedimiento se debe evaluar el riesgo/beneficio, valorando técnicas alternativas y las siguientes consideraciones en distintas poblaciones como pacientes pediátricos quienes presentan mayor vulnerabilidad debido a su ansiedad, inmadurez y limitación para comunicarse. Se recomienda la presencia de un familiar informado o el uso de sedación o anestesia. Los equipos de 3,0 T pueden reducir el tiempo de sedación al tener mayor velocidad de adquisición de imágenes.
En embarazadas no se han demostrado efectos dañinos. Se sugiere realizar los estudios en equipos de 1,5 T, principalmente debido a la falta de evidencia en equipos de 3,0 T.
En pacientes con claustrofobia se ha observado que hasta un 25% de los pacientes experimentan ansiedad moderada o severa, y un 4% de los estudios se interrumpen debido a la ansiedad. Los nuevos equipos ofrecen mejoras para brindar una sensación de espacio y comodidad al ampliar el diámetro de la bobina/gantry. La comunicación efectiva con el paciente también puede ayudar.
En cuanto a implantes médicos algunos considerados seguros en equipos de 1,5 T pueden no ser aprobados o desconocerse su seguridad en equipos de 3,0 T. Se deben seguir las recomendaciones de los fabricantes y utilizar herramientas en línea (mrsafety.com y www.radiology.pitt.edu/mrrc-mri-safety.html) para su consulta de su estatus (“Seguro” / “Condicional” / “No seguro”). En caso de no poseer etiquetado, se clasifica automáticamente como “No seguro”. Una RM previa no es garantía de seguridad, ya que se puede haber cambiado de equipo, área anatómica o tipo de secuencia.
Los posibles eventos adversos incluyen efecto misil, corrientes eléctricas que causen estimulación neuromuscular por gradientes magnéticos, y sobrecalentamiento/quemaduras.
Para disminuir artefactos causados por dispositivos se recomienda disminuir el campo magnético a 1,5 T, aumentar el ancho de banda; disminuir el grosor de corte e incrementar la amplitud de gradiente y aumentar la matriz, utilizar secuencias FSE en lugar de GRE, STIR en lugar de secuencias con FATSAT, fast spoiled gradient echo en lugar de SSFP o utilizar secuencias específicas como MARS.
En relación a dispositivos cardiovasculares, se recomienda esperar al menos 6 semanas después del implante antes de realizar una RM. Para pacientes con desfibriladores automáticos implantables (DAI), se debe programar en modo DOO/VOO, que se adapta a las necesidades hemodinámicas del paciente y desactiva las terapias antitaquicardia. La RM está contraindicada en pacientes con cables epicárdicos, electrodos abandonados y marcapasos temporales. Sin embargo, los dispositivos cardiovasculares sin cables son seguros. Los anillos de valvuloplastia y stents son seguros en campos de 1.5T , pero los catéteres de monitorización y asistencia circulatoria pueden causar quemaduras y no se consideran seguros.
En cuanto a dispositivos neurológicos, es importante tener en cuenta que algunos pueden desplazarse durante una resonancia magnética. Las válvulas de derivación son seguras. Sin embargo, los catéteres intraespinales pueden calentarse y causar estimulación nerviosa, por lo que no se recomiendan. Los implantes cocleares antiguos, que contienen metal, están contraindicados, pero en los modelos más recientes, algunos son compatibles. Otros dispositivos como el dispositivo intrauterino (DIU) son seguros en RM, mientras que los implantes dentales son seguros pero pueden causar artefactos en las imágenes.
En cuanto a tatuajes se debe tener precaución con tintas oscuras. Se recomienda aplicar frío e irrigación sobre la zona para evitar quemaduras. Es importante limpiar maquillaje y piercings, así como cualquier cuerpo extraño que se debe valorar previamente mediante radiografías.
Durante el estudio, se debe mantener cuatro zonas de acceso escalonadas en relación al campo magnético, siguiendo un enfoque análogo a las zonas de seguridad radiológica establecidas.
En cuanto a las consideraciones sobre el contraste, el gadolinio presenta una amplia ventana de seguridad, lo que permite el uso de dosis mínimas, reduciendo incluso la necesidad de dosis en campos de 3T. Las reacciones adversas son raras, oscilando entre un 0,004% y un 0,7%, la mayoría de las cuales son leves, como urticaria. La anafilaxia es extremadamente rara. Es importante destacar que existe la posibilidad de fibrosis sistémica nefrogénica en pacientes con insuficiencia renal grave (FG < 30), siendo más frecuente con agentes macrocíclicos así como la posibilidad de depósito cerebral.
Otro aspecto crítico a considerar es el riesgo de quemaduras, aunque es poco común, puede ser extremadamente grave. Tener precaución con cables enrollados; así como en pacientes que no pueden expresar dolor debido a la sedación.
El ruido generado durante la resonancia magnética puede causar ansiedad e incomodidad, llegando a niveles de decibelios significativamente altos que requieren el uso de auriculares. Los nuevos equipos han mejorado la reducción del ruido. Por último, la liberación de helio del circuito del imán, conocida como «quench,» puede desplazar el oxígeno y causar asfixia. Se requiere un equipo de ventilación rápida, así como sensores y capacitación adecuada para abordar esta situación.
Durante y después del procedimiento, es necesario seguir protocolos de seguridad, comunicar y documentar incidencias, así como evaluar cualquier sensación anómala. También es crucial reprogramar marcapasos y DAI si es necesario, y tener en cuenta la seguridad del contraste, especialmente en pacientes lactantes.
Valoración personal:
Es un artículo muy bien estructurado que abarca de manera muy completa todas las fases donde es importante tener precaución en la seguridad del paciente que se somete a un estudio de RM. Me parece un artículo de especial relevancia por la popularización de las ventajas de la resonancia magnética de 3,0 T. Además plantea al lector desafíos para llevarlo a cabo en su servicio. Como limitación del artículo, trata de manera superficial los implantes, al tratarse de una actualización podría incluir más consideraciones sobre dispositivos de última generación y en desarrollo.
Jasson Javier Oscullo Yepez
Hospital Clínico Universitario de Valencia, Valencia, R1
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