Artículo original: Al-Monajjed R, Radtke JP, Thomas M, Boschheidgen M, Drewes LR, Ullrich T, Rau T, Esposito I, Antoch G, Albers P, Lopez-Cotarelo C, Schimmöller L. Multiparametric MRI characteristics of prostatitis and atrophy in the peripheral zone in men without prostate cancer. Eur J Radiol. 2023 Dec;169:111151.
DOI: https://doi.org/10.1016/j.ejrad.2023.111151
Sociedad: N/A
Palabras clave: Multiparametric MRI, Non-neoplastic conditions of the prostate, Prostatitis, Atrophy, Prostate biopsy.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: ADC (coeficiente de difusión aparente), CP (cáncer de próstata), DCE (imágenes dinámicas mejoradas con contraste), DWI (imágenes potenciadas por difusión), IL (lesión índice: lesión más sospechosa), RM (resonancia magnética), PI-RAD (Prostate Imaging Reporting and Data System – Version 2.1), PSA (antígeno prostático específico), SB (biopsia de próstata sistemática guiada por TRUS), TB (biopsia de próstata dirigida guiada por fusión MRI/TRUS), TRUS (ultrasonido transrectal), T2w (imágenes potenciadas en T2), ZP (zona periférica), ZT (zona de transición).
Línea editorial: La revista European Journal of Radiology, de publicación mensual, nos brinda el volumen número 169 del mes de diciembre, el cual incluye 31 artículos de diferentes ámbitos de la radiología. Dentro de estas publicaciones quisiera recomendar la lectura de un artículo donde se explora la viabilidad potencial de las características de textura hepática en la susceptibilidad magnética y en los mapas R2* para evaluar el grado fibrosis hepática como método no invasivo en su diagnóstico; y otro artículo, un poco más complejo pero que utilizan modelos de deep-learning para diferenciar las metástasis adrenales de lesiones benignas en los estudio de tomografía computada.
Motivos para la selección: El estudio de la patología prostática suele ser un tema difícil de interpretar para el médico residente, así como para el médico adjunto. Algunas veces es claro lo observado y el diagnóstico es sencillo, pero otras veces juega el papel de la experiencia y de la subjetividad. Escogí este artículo porque ofrece algunas nociones que nos pueden ayudar a diferenciar la patología benigna de la maligna.
Resumen:
La resonancia magnética (RM) multiparamétrica se ha convertido en una herramienta importante para el diagnóstico de cáncer de próstata (CP). Según PI-RADS versión 2.1, DWI es la secuencia dominante para evaluar las lesiones de zona periférica (ZP), mientras que se prioriza la T2w de alta resolución para las lesiones de la zona de transición (ZT). Las imágenes con contraste dinámico (DCE) pueden contribuir a distinguir entre lesiones PI-RADS 3 y 4 en la ZP.
La influencia y la comprensión de enfermedades no cancerosas, como la prostatitis y la atrofia, que influyen en la puntuación general del PI-RADS parece ser importante. En este contexto, la tasa de lesiones no cancerosas PI-RADS 4 y 5 (40 % y 15 %) parece estar relacionada con estos imitadores benignos del CP. Por lo tanto, es esencial identificar estos imitadores para evitar una interpretación errónea de puntuaciones PI-RADS más altas como CP.
En este estudio, el objetivo fue analizar las características de la RM en correlación con la cantidad histopatológica de atrofia y prostatitis en una cohorte con enfermedad benigna en biopsias por fusión mediante RM/TRUS.
Material y métodos
Se realizó un análisis retrospectivo que incluyó a hombres con histopatología negativa en biopsia por fusión por RM/TRUS entre el 2015 y el 2020. Para determinar las características de la RM y las diferencias entre hombres más jóvenes y mayores, analizaron un subgrupo de hombres menores de 50 años. Todos fueron sometidos a biopsia por fusión por RM/TRUS con núcleos dirigidos (TB) y núcleos guiados por TRUS (SB) en forma sistemática.
Primero, se volvió a analizar retrospectivamente la muestra histopatológica con respecto a la cantidad de prostatitis y atrofia. La ausencia de prostatitis se definió si se producía menos del 5% de prostatitis por núcleo y la ausencia de atrofia si se producía menos del 10 % de atrofia por núcleo.
En segundo lugar, los hallazgos de la RM en la PZ y la lesión índice (IL: lesión más sospechosa/representativa de CP) se correlacionaron con la cantidad de prostatitis y atrofia. Los datos de RM fueron leídos o supervisados antes de la biopsia por un urorradiólogo con más de 10 años de experiencia. Se midió el volumen prostático, se evaluó la clasificación PI-RADS y se colocaron mediciones de región de interés (ROI) circular para IL en las áreas más sospechosas, por ejemplo, áreas con mayor depresión de señal en el mapa ADC. Para PI-RADS 2, la IL se definió como una lesión representativa en las imágenes de RM (por ejemplo, cambios difusos en T2w en PZ).
Resultados
Se analizaron 72 pacientes con histopatología negativa de 308 pacientes con sospecha de CP y RM de próstata disponible que se sometieron a una biopsia guiada por fusión por RM/TRUS sistemática más dirigida. La cohorte incluyó 34 pacientes con una edad ≤ 50 años.
La edad media fue 53 años (±8), la mediana de PSA 5,4 ng/ml (4,0 – 7,9), el volumen prostático 43 ml (33 – 57) y la puntuación PI-RADS 3 (2 – 4). Se detectó prostatitis en 32 pacientes (44 %). En cuatro pacientes, la prostatitis fue principalmente focal (13%). La mayoría de los pacientes mostraron atrofia (65 %), entre ellos 22 mostraron principalmente atrofia focal (47 %).
SB tuvo una proporción promedio de prostatitis y atrofia del 6 % y 10 %, respectivamente. TB presentó prostatitis en un 9 % y atrofia en un 10 %.
Respecto a las características de la RM, lo más importante fue que se encontró hipointensidad difusa en T2w y realce DCE en más del 70 % de los casos tanto en PZ como en IL. El ADC promedio de IL fue menor en comparación con la PZ. Correlacionando PI-RADS con la muestra histopatológica, las clasificaciones PI-RADS más altas también tuvieron una cantidad creciente de prostatitis o atrofia.
La cantidad de prostatitis se asoció significativamente con valores más altos de PSA, pero no se detectó diferencia significativa para T2w, ADC y DCE.
En cuanto a la influencia de la atrofia en las características clínicas y de RM, se halló mayor cantidad de atrofia en pacientes con valores de PSA más altos e hiperplasia progresiva. La atrofia influyó en las imágenes T2w (menor hipointensidad), el valor de ADC (aumento) y las imágenes DCE (menor realce).
Al examinar la influencia de la edad en los hallazgos clínicos, de RM e histopatológicos, se encontró que los hombres más jóvenes tenían menos atrofia y menos prostatitis. El volumen de la próstata y el PSA aumentaron con la edad.
En hombres más jóvenes, PI-RADS y valores de ADC fueron significativamente menores. El realce del DCE y la hipointensidad de T2w no difirieron significativamente entre los subgrupos de hombres mayores y más jóvenes.
Conclusión:
El estudio demuestra la apariencia variable de la atrofia y de la prostatitis en la RM. Estas características son, en particular, hipointensidades ponderadas en T2 y realce en DCE. La atrofia y la prostatitis son frecuentes y aumentan con la clasificación PI-RADS en la cohorte. Por tanto, el conocimiento sobre la influencia en la evaluación PI-RADS es esencial para la interpretación y evitar casos de falsos positivos. Además, los hallazgos indican que los hombres más jóvenes tienen una menor incidencia de enfermedad benigna de la próstata (prostatitis y/o atrofia), pero exhiben las características distintivas de las imágenes por RM.
Valoración personal:
Es un artículo retrospectivo y unicentro que presenta las limitaciones que ello supone. El número de la muestra es pequeño (n=72) y la diferenciación entre mayores y jóvenes fue arbitraria. Los autores hacen referencia a que el análisis de los núcleos de biopsia no representa una determinación exacta del grado de atrofia o prostatitis y además, probablemente no existe una discriminación exacta de la zona recogida, ya que lo núcleos podrían contener partes de PZ y de TZ. Por otro lado, no se diferenció entre prostatitis aguda o crónica, ni se comparó la patología benigna con el cáncer de próstata. Por último, al no existir demasiada bibliografía publicada respecto a este tema, disminuye la posibilidad de comparar y correlacionar los resultados hallados con la literatura.
Sin embargo, considero que el planteamiento del estudio es interesante y reproducible en otros centros hospitalarios. Probablemente fue un poco ambicioso y complejo el desarrollo de la investigación, y personalmente lo hubiera simplificado un poco más. No obstante, abre las puertas para el diseño de nuevos proyectos. Finalmente, quiero resaltar un apartado en el que hacen hincapié y que, nosotros como radiológicos podríamos aplicar: en su análisis hallan un valor medio de ADC para IL (1100 × 10 ½ 3 mm2/s) que podría indicar un umbral para descartar un cáncer de próstata clínicamente significante.
Fernando Luis Begliardo
Hospital Universitario de Salamanca, R3
fbegliardo@gmail.com
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