Artículo original: Renal Function After CT-Guided Cryoablation of Small Renal Tumours in Patients with Solitary Kidney: An Analysis of European Multinational Prospective EuRECA Registry. Cardiovasc Intervent Radiol. 2024 Jan (online).
DOI: https://doi.org/10.1007/s00270-023-03634-4
Sociedad: CardioVascular and Interventional Radiology (@cirsesociety)
Palabras clave: Cryoablation, Image-guided, Renal cell carcinoma, Renal masses, Renal function, Solitary kidney
Abreviaturas y acrónimos utilizados: AUA (American Urological Association), ESMO (European Society for Medical Oncology), CCR (carcinoma de células renales).
Línea editorial: CardioVascular and Interventional Radiology (CVIR) es la revista oficial de la Sociedad Europea de Radiología Cardiovascular e Intervencionista, así como el órgano oficial de otras distinguidas sociedades nacionales e internacionales de radiología intervencionista. CVIR publica trabajos de investigación originales revisados por pares y doblemente ciegos que incluyen investigaciones clínicas y de laboratorio, notas técnicas, informes de casos, trabajos en curso y cartas al editor, así como artículos de revisión, ensayos pictóricos, editoriales y presentaciones especiales invitadas en el campo de la radiología vascular e intervencionista. Su último factor de impacto (2022) es de 2,9. Su periodicidad es mensual, estando el número de febrero de 2024 compuesto por 25 artículos
Motivos para la selección: He decidido revisar este artículo ya que personalmente me interesa el campo del intervencionismo y dado que durante mi rotación en Fundación Puigvert he podido participar activamente en este procedimiento. Además, esta técnica novedosa es frecuentemente tema de debate con los compañeros urólogos.
Resumen:
La incidencia de los CCR sigue aumentando. En la última década, el uso de la crioablación percutánea guiada por TC para los CCR T1 se ha utilizado y evaluado en muchos estudios clínicos.
Los estudios emergentes empiezan a sugerir que la crioablación guiada por imagen podría ser comparable a los resultados quirúrgicos a corto y largo plazo. Sin embargo, el debate sigue abierto y la mayoría de las líneas guías internacionales siguen recomendando la nefrectomía parcial laparoscópica o la nefrectomía parcial en lugar de la crioablación.
En 2022, la AUA sugiere la crioablación para tumores sólidos T1a de menos de 3 cm, especialmente en candidatos frágiles o no quirúrgicos, o en pacientes con riñón solitario y CCR pequeños.
Aunque todavía se está debatiendo, en estos pacientes la nefrectomía parcial podría conllevar el riesgo de comprometer la función renal debido a la extirpación del parénquima renal funcional o a la prolongación del tiempo de isquemia durante el procedimiento, lo que provocaría un aumento del estadio de enfermedad renal crónica o la necesidad de diálisis.
Este estudio exploró la reducción de la función renal en pacientes con riñones solitarios sometidos a crioablación percutánea guiada por imagen para el carcinoma de células renales (CCR). A pesar de una reducción estadísticamente significativa del 11% en la función renal, el tratamiento no condujo a diálisis aguda ni a un avance grave en el estadio de la enfermedad renal crónica. La relevancia de esta reducción, en el contexto de un diagnóstico grave de cáncer, varía en función del paciente. Las directrices varían a la hora de recomendar la crioablación para el CCR, pero los datos recientes sugieren un elevado éxito técnico y bajas tasas de complicaciones. Los resultados oncológicos a largo plazo para los tumores T1a son similares entre la crioablación y la intervención quirúrgica, pero existen incertidumbres para los tumores T1b. La vigilancia activa es una opción para algunos pacientes, teniendo en cuenta factores como la edad, la comorbilidad y las características del tumor. Los resultados de calidad de vida favorecen la crioablación sobre la nefrectomía parcial a corto plazo, pero no se observan diferencias significativas a largo plazo. Las limitaciones de los datos incluyen la falta de datos y el sesgo de selección. En general, la crioablación preserva bien la función renal y debe considerarse para pacientes con tumores renales pequeños y riñones solitarios, pero se necesitan más investigaciones para una evaluación exhaustiva.
Valoración personal:
Considero el tema extremadamente actual y novedoso para la radiología intervencionista. Necesitamos más soporte científico para imponer nuestras técnicas intervencionistas en el tratamiento de los pacientes sobre los tratamientos quirúrgicos tradicionales. Los artículos como este son la clave para ofrecer nuevas alternativas, más seguras y eficaces, a nuestros pacientes y para empujar la radiología hacia una nueva frontera en el campo diagnóstico y terapéutico.
Marco Ciuffreda
Hospital de Sant Pau – Barcelona, R2
cbseram.com 
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