Artículo original: Benjamin S Strnad, Katerina S Konstantinoff, Daniel R Ludwig. Challenges in Ultrasound of the Gallbladder and Bile Ducts: A Focused Review and Update. Radiol Clin North Am. 2025 Jan;63(1):45-55.
DOI: https://doi.org/10.1016/j.rcl.2024.07.005
Sociedad: Radiological Society of North America (RSNA) (@RSNA)
Palabras clave: Acute cholecystitis; Biliary duct dilatation; Contrast-enhanced US; Cystic artery velocity; Gallbladder polyps.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: N/A.
Línea editorial: es una revista bimensual que presenta ediciones monográficas sobre diversas áreas de la radiología. En su ejemplar de enero, volumen 63, se presentan 12 artículos centrados en el uso de la ecografía como herramienta diagnóstica en múltiples patologías. Aunque en el número anterior ya se destacaron algunos artículos de este monográfico sobre la ecografía, me gustaría resaltar otros dos que abordan de manera excelente el tema que tratan: el primero ecografía del tracto urinario superior y el segundo hace referencia a las lesiones anexiales y el uso del O-RADS.
Motivos para la selección: Nuestra compañera del club Paula Menor García destacó el artículo que he seleccionado para este número del club en su revisión de enero. Mi elección se basa en que la patología biliar es una de las más frecuentes por las que se solicitan pruebas de imagen en urgencias. Por tanto, conocer las ventajas y desventajas de la ecografía de patología biliar es clave para residentes de radiología desde el primer año. Este artículo aborda la disminución de la precisión diagnóstica de la ecografía hepatobiliar por falta de estandarización, presentando algunos avances que para la mayoría de residentes probablemente sean desconocidos, como la medición de la velocidad de la arteria cística y la ecografía con contraste. Asimismo, resalta la necesidad de protocolos uniformes y formación estructurada para mejorar la interpretación desde etapas tempranas.
Resumen:
El artículo analiza los principales retos en el uso de la ecografía para la evaluación de la vesícula biliar y los conductos biliares, resaltando tanto sus ventajas como sus limitaciones en la práctica clínica actual. Se destaca que, a pesar de ser el método de imagen inicial de elección para la evaluación de patologías biliares, su rendimiento diagnóstico ha mostrado un declive en estudios recientes. Esto se debe, en parte, a la falta de estandarización en la interpretación de los hallazgos, lo que puede llevar a variabilidad en los reportes y, en consecuencia, a errores en el diagnóstico.
Uno de los puntos clave que aborda el artículo es la evaluación de la colecistitis aguda mediante ecografía. Aunque en el pasado se consideraba un método altamente preciso, actualmente su sensibilidad y especificidad han disminuido. Los autores sugieren que esta caída en la precisión puede estar relacionada con la inconsistencia en la identificación de signos ecográficos secundarios, como el engrosamiento de la pared vesicular y el signo ecográfico de Murphy. Además, se señala que factores como la analgesia previa o la experiencia del operador pueden afectar la interpretación de estos signos. En este sentido, el artículo enfatiza la necesidad de una mayor capacitación para los ecografistas y una participación más activa de los radiólogos en la evaluación de los casos dudosos, en aquellos países donde la ecografía la realiza un técnico.
Otro aspecto que se menciona es la medición de la velocidad de la arteria cística como un posible método complementario en el diagnóstico de la colecistitis. Según estudios preliminares, un aumento en la velocidad del flujo sanguíneo en esta arteria podría indicar inflamación pericolecística. Aunque esta técnica muestra potencial, la evidencia disponible aún es insuficiente para recomendar su uso sistemático. Se requieren más estudios que definan con precisión su utilidad y confiabilidad en la práctica clínica.
El artículo también aborda el manejo de los pólipos vesiculares, que suelen ser hallazgos incidentales en la ecografía. Se menciona que, en un esfuerzo por evitar seguimientos innecesarios y cirugías no justificadas, se han actualizado las guías de manejo. Estas nuevas recomendaciones se basan en la morfología de los pólipos y su tamaño, lo que permite una mejor estratificación del riesgo de malignidad. No obstante, los autores advierten que estas directrices aún requieren validación mediante estudios prospectivos, ya que hasta ahora han sido desarrolladas principalmente con base en consenso de expertos.
Uno de los avances más prometedores que se analiza en el artículo es el uso de la ecografía con contraste, la cual ha demostrado ser una herramienta eficaz para diferenciar entre barro biliar y neoplasias vesiculares. A diferencia del Doppler color, la ecografía con contraste tiene un alto valor predictivo negativo para excluir tumores, lo que podría mejorar la precisión diagnóstica en estos casos. A pesar de su potencial, los autores señalan que esta técnica aún no está ampliamente validada y que se necesitan estudios comparativos con otras modalidades de imagen, como la resonancia magnética, para determinar su verdadero impacto en la práctica clínica.
Finalmente, el artículo trata la dilatación biliar incidental, un hallazgo común en ecografías de rutina. Se menciona que, si bien la dilatación de los conductos biliares puede estar asociada a obstrucción, en muchos casos no representa un problema clínico relevante. Para ayudar a distinguir entre casos que requieren seguimiento y aquellos que no, se ha propuesto un enfoque basado en algoritmos que incorpora pruebas de función hepática. Este método permitiría optimizar la toma de decisiones y evitar estudios innecesarios en pacientes asintomáticos.
Valoración personal:
El artículo presenta un análisis bien fundamentado sobre los retos y avances en la ecografía hepatobiliar. Uno de sus aspectos más positivos es su enfoque en la necesidad de estandarización, ya que la falta de criterios uniformes para la interpretación de los hallazgos ecográficos sigue siendo un problema significativo en la práctica médica. También es destacable la inclusión de nuevas técnicas, como la medición de la velocidad de la arteria cística y la ecografía con contraste, que podrían mejorar la precisión diagnóstica en el futuro.
Sin embargo, hay ciertos puntos que podrían haber sido mejor abordados. Por ejemplo, aunque se menciona la utilidad potencial de la velocidad de la arteria cística, no se proporcionan datos suficientes para justificar su implementación clínica, lo que deja dudas sobre su aplicabilidad real. Además, si bien la ecografía con contraste se presenta como una técnica prometedora, el artículo no ofrece una comparación detallada con otras modalidades de imagen más consolidadas, como la resonancia magnética, lo que habría sido útil para comprender mejor su papel en el diagnóstico diferencial.
Otro aspecto que podría haber sido desarrollado con mayor profundidad es la accesibilidad de estas nuevas técnicas. No se discute si todos los centros médicos cuentan con los equipos y el personal capacitado para realizar ecografía con contraste o mediciones avanzadas como la velocidad de la arteria cística, lo cual es un factor determinante para su implementación en la práctica clínica diaria.
El artículo proporciona información valiosa sobre los desafíos actuales en la ecografía hepatobiliar y sugiere posibles soluciones para mejorar su rendimiento diagnóstico. No obstante, algunos de los enfoques propuestos aún requieren mayor validación antes de ser adoptados de manera generalizada. A pesar de ello, su énfasis en la estandarización y en el uso racional de la ecografía representa un aporte relevante para optimizar el manejo de las patologías biliares en la práctica clínica.
Sociedad: Radiological Society of North America (RSNA) (@RSNA)
Sección y órgano-sistema: Abdomen.
Técnica radiológica: ecografía.
Tipo de artículo: revisión.
Año de residencia recomendado: R1, R2, R3, R4.
Cristina Candelaria Linares Bello
Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, Tenerife, R4.
cbseram.com 
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