Artículo original: Maheshwari S, Gu C, Caserta M, Kezer C. Imaging of Alcohol-Associated Liver Disease. American Journal of Roentgenology. 2024. 222 (1).
DOI: doi.org/10.2214/AJR.23.29917
Sociedad: American Roentgen Ray Society.
Palabras clave: Enfermedad hepática asociada al alcohol, cirrosis alcohólica, hepatitis alcohólica, elastografía, hígado graso, esteatosis.
Abreviaturas: Enfermedad hepática asociada al alcohol (EHA), carcinoma hepatocelular (CHC), Tomografía computarizada (TC), Resonancia magnética (RM).
Línea editorial del número: American Journal of Roentgenology (AJR), es una revista asociada a la American Roentgen Ray Society. En su última edición ha publicado sobre todo artículos originales de investigación, este mes destacan principalmente los bloques de radiología cardiotorácica, gastrointestinal e intervencionista, donde presentan artículos como: “Calidad de imagen y dosis de radiación de CTPA con mapas de yodo”, “Ecografía con contraste y perfluorobutano para el diagnóstico del carcinoma hepatocelular” y “complicaciones tras la biopsia pulmonar percutánea transtorácica”.
Motivos para la selección: He seleccionado este artículo porque es un tema que había querido estudiar hace unos meses durante mi rotación de abdomen, y me pareció que tendría mucha aplicabilidad por el hecho de explicar las diferentes técnicas de imagen que disponemos hoy en día (ecografía, tomografía y resonancia), para el estudio de la patología hepática.
Resumen:
INTRODUCCIÓN
La enfermedad hepática asociada al alcohol (EHA), incluye: la esteatosis hepática, esteatohepatitis con o sin fibrosis, hepatitis y cirrosis alcohólica, siendo la esteatosis la manifestación más frecuente. La mayoría de las personas que consumen alcohol no desarrollan la enfermedad, y la progresión avanzada sólo se produce en un subgrupo de bebedores pesados, en el que influyen factores genéticos, sexuales y ambientales.
Los factores de riesgo para desarrollar EHA son: sexo femenino, el consumo moderado de alcohol, beber en ayunas, el tabaquismo, la obesidad y la cirugía bariátrica.
CLÍNICA / ANALÍTICA
Aunque estos resultados de laboratorio no son específicos de la EHA, una relación AST-ALT superior a 1,5 es muy sugestiva de que el alcohol sea la causa de la enfermedad hepática.
HALLAZGOS EN ECOGRAFÍA
- Hiperecogenicidad difusa superior a la de la corteza renal.
- La deposición focal de grasa suele presentarse en la fosa de la vesícula biliar o en la porta hepatis, así como junto al ligamento falciforme.
- La ecografía no puede diferenciar la esteatosis simple de la EHA.
- La fibrosis es difícil de ver con la eco, por lo que en casos de ver nodularidad es útil la elastografía.
- La fibrosis avanzada y la cirrosis son difíciles de diferenciar y se presentan con contornos hepáticos irregulares y nodularidad, por lo que está indicado realizar pruebas adicionales.
HALLAZGOS EN ELASTOGRAFÍA POR ECOGRAFÍA
- Las técnicas de elastografía basadas en ultrasonidos incluyen la VCTE (FibroScan) y la elastografía de ondas de cizallamiento.
- La ventaja del fibroScan es que permite utilizar un ROI de las imágenes que han sido obtenidas.
HALLAZGOS EN LA TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA (TC)
- Atenuación hepática reducida.
- En las TC sin contraste, una disminución de los valores de atenuación del hígado a menos de 40 UH o a al menos 10 UH menos que el valor de atenuación del bazo indica hígado graso.
- El hígado graso puede diagnosticarse con una especificidad del 100% cuando la relación de atenuación entre el hígado y el bazo es inferior a 0,8.
- En la TC con contraste, el diagnóstico de hígado graso es menos fiable, ya que la relación de atenuación entre el hígado y el bazo depende de la técnica de TC y del momento de la adquisición. Debe tenerse cuidado de no sobreestimar el hígado graso cuando la atenuación absoluta del hígado en la TC con contraste es inferior a 40 UH.
- La deposición de grasa suele ser homogénea, pero puede ocurrir alrededor de las estructuras vasculares.
- La EAH no puede diferenciarse con precisión de la esteatosis simple en la TC.
- En estadios avanzados la TC puede revelar cambios parenquimatosos como contornos hepáticos lobulados, textura heterogénea y nódulos regenerativos, que indican progresión a fibrosis.
- La atrofia del lóbulo derecho, la hipertrofia del caudado o del lóbulo izquierdo y los signos de hipertensión portal (varices o esplenomegalia) sugieren cirrosis.
- El hepatocarcinoma suele mostrar hiperrealce en fase arterial y lavado venoso portal o en fase retardada. Sólo en las lesiones atípicas o en hígados no cirróticos está indicada la realización de resonancia magnética para confirmar el diagnóstico.
HALLAZGOS EN LA RESONANCIA MAGNÉTICA (RM)
- La RM es la modalidad de imagen más precisa para cuantificar la esteatosis hepática. De hecho, la RM identifica el porcentaje de grasa, mediante la fracción de densidad protónica de grasa, permitiendo diferenciar el hígado normal, la esteatosis leve, la esteatosis moderada y la esteatosis grave.
- La fracción de densidad protónica de grasa normal es de 5-6%.
- La esteatohepatitis no puede diferenciarse con precisión de la esteatosis simple.
- En la hepatitis alcohólica, la inflamación hepática puede causar regiones focales de intensidad de señal anormal en imágenes ponderadas en T2 y difusión. Estos hallazgos no son específicos, y se pueden ver en otros tipos de hepatitis.
- En estadios crónicos de la EHA, se pueden observar cambios morfológicos en el parénquima hepático, similares a los descritos en la TC y adicionalmente se puede llegar a observar restricción en secuencias de difusión.
- El uso del contraste en RM ayuda a diferenciar las lesiones focales hepáticas, para determinar si son benignas o malignas.
HALLAZGOS EN LA ELASTOGRAFÍA POR RM
- Permite la detección y estadiaje de la fibrosis hepática.
- El objetivo de la prueba es medir la rigidez del tejido y determinar el grado de fibrosis.
- Es útil para valorar la respuesta al tratamiento.
CONCLUSIÓN
Las diferentes modalidades de imagen descritas tienen importantes aplicaciones clínicas en el diagnóstico, la estadificación y la monitorización de la respuesta al tratamiento de la EHA. La ecografía es útil como herramienta de cribado inicial, la TC proporciona información anatómica detallada y es útil para detectar esteatosis, lesiones focales y secuelas de hipertensión portal, mientras que la RM permite cuantificar con precisión el contenido hepático de grasa, la fibrosis hepática, y permite caracterizar mejor las lesiones hepáticas focales.
Valoración personal:
En este artículo se revisan las diferentes técnicas de imagen para el estudio de la enfermedad hepática asociada al consumo de alcohol. Me ha parecido un artículo muy interesante, debido a que hace un excelente resumen acerca de los hallazgos radiológicos de todas las pruebas y expone las ventajas y desventajas de cada una. Opino que compagina adecuadamente el texto con las imágenes que utiliza, ya que estas permiten entender adecuadamente las ideas que se exponen en partes del texto.
Oscar Felipe Gutiérrez Arteaga
Hospital Universitario de Getafe, R2.
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