Artículo original: Toft J, Hadden K et al. Imaging modalities in the diagnosis of pancreatic adenocarcinoma: A systematic review and meta-analysis of sensitivity, specificity and diagnostic accuracy. Eur J Radiol. 2017;91:10-14.
DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.ejrad.2017.04.009
Sociedad: N/A.
Palabras clave: Pancreatic adenocarcinoma, Diagnosis, Ultrasound, CT, MRI
Abreviaturas y acrónimos utilizados: Resonancia magnética (RM), Gadolinio- etoxibenzil- dietilenetriamina- pentacetato (Gd-EOB-DTPA), Tomografía computarizada (TC), Tomografía de emisión positrones (PET), Ultrasonidos (US), Ecoendoscopia (EUS).
Línea editorial del número:
European Journal of Radiology ofrece en su número de Julio numerosos artículos originales de investigación sobre el uso de medios de contraste o novedosas secuencias de RM en distintas patologías: ácido gadoxético y RM de difusión para distinguir colangiocarcinoma y hepatocarcinoma, cálculo de la reserva funcional hepática con Gd-EOB-DTPA, espectroscopía en RM de mama para reducir falsos positivos, o el del grupo valenciano del Dr. Larroza con análisis de texturas en RM cardíaca para distinguir infarto agudo de infarto crónico de miocardio.
Además de estas novedades en la aplicación de nuevas tecnologías, hay varios artículos de revisión interesantes, como el de un grupo canadiense sobre la mastitis lúpica, o el de un grupo de China que demuestra un aumento del daño causado por radiación en pacientes que reciben contrastes yodados durante el examen por TC, respecto a pacientes que no reciben contraste.
Motivos para la selección:
Una parte muy importante del trabajo del radiólogo es saber recomendar una prueba frente a otra en función de la situación clínica. Aunque este estudio no analiza la utilización clínica real de estas pruebas, nos aporta datos muy útiles para poder seleccionar adecuadamente el estudio a realizar ante la sospecha de un cáncer de páncreas.
Resumen del artículo
Este grupo de investigadores de la Universidad de Sidney realiza una revisión sistemática de la bibliografía publicada sobre métodos de imagen para el diagnóstico del adenocarcinoma de páncreas. En el estudio llevan a cabo un metaanálisis de cada una de las pruebas de imagen fundamentales (RM, TC, PET, US y EUS) concluyendo que salvo el PET, que presenta una menor especificidad (70%), todas son equivalentes con sensibilidad, especificidad y exactitud de más del 85%.
Metodología:
Se realizó una búsqueda sistemática de estudios en inglés publicados entre 2004 y 2015 en revistas indexadas en PubMEd/MEDLINE, EMBASE, Cochrane y CINAHL sobre pruebas diagnósticas para el adenocarcinoma de páncreas (1347 artículos). Además se revisaron las referencias bibliográficas de los artículos seleccionados. Sólo se incluyeron aquellos estudios con más de 20 casos con confirmación histológica de adenocarcinoma de páncreas, excluyendo casos clínicos, revisiones, metanálisis, editoriales o estudios con una muestra menor de 20 casos, lo que resultó en 52 estudios con datos de 5399 pacientes (586 de MRI, 1138 de TC, 796 de PET, 1875 de EUS y 1857 de US). Tras extraer los datos de los artículos se realizó un metanálisis proporcional de la sensibilidad, especificidad y precisión de cada modalidad de imagen.
Resultados:
La sensibilidad, especificidad y precisión diagnóstica de las principales pruebas diagnósticas para el adenocarcinoma pancreático es similar, salvo en el caso del PET que presenta una especificidad menor (70%).
Valoración personal:
El trabajo analizado presenta resultados contradictorios con otros metaanálisis previos, como el publicado en 2005 por el grupo de Bipat S., que describía unos valores superiores de sensibilidad y especificidad con el TC helicoidal respecto a la RM o US (91 y 85%, 84 y 82%, 83 y 63% respectivamente) para el diagnóstico de adenocarcinoma de páncreas. Es muy llamativa la mejoría de los resultados de la ecografía respecto a estudios previos mientras que en este metaanálisis presenta unos valores similares a la RM y la TC.
No obstante el trabajo presenta algunas limitaciones: En primer lugar calcula la sensibilidad y especificidad a partir de estudios que son heterogéneos en su metodología, y que no tienen en cuenta el tiempo discurrido entre la prueba diagnóstica estudiada y el tiempo del diagnóstico definitivo. Por otro lado no distingue entre las variantes de algunas pruebas: RM con secuencias dinámicas o estudio funcional con secretina, ecografía con o sin contraste; y tampoco situaciones clínicas que pueden limitar su validez (niveles de glucemia en el caso del PET).
Además el diseño del estudio sólo mide la exactitud diagnóstica de cada prueba, sin tener en cuenta otros aspectos que son fundamentales en la práctica clínica: su disponibilidad, los posibles efectos adversos, el tamaño del tumor… Tampoco tiene en cuenta la capacidad para el estadiaje, invasión vascular, etc. Todos estos factores son igual de importantes en la elección de una prueba radiológica que su capacidad diagnóstica.
Pongamos el ejemplo de la ecografía endoscópica: la realización de esta prueba suele acompañarse de biopsia, por lo que su capacidad diagnóstica es aún más alta. Además hay grupos que han demostrado que cuando el tamaño del tumor es menor de 3cm la sensibilidad de la TC cae a un 55% y la de la EUS se mantiene en 99%. Estas ventajas están limitadas por una tasa de efectos adversos (dolor, sangrado, pancreatitis, efectos adversos relacionados con la sedación) mayores que en las otras modalidades de diagnóstico. El hecho de que tenga una sensibilidad y especificidad similar a la TC o MRI para el diagnóstico de adenocarcinoma de páncreas es importante a la hora de indicar la prueba, pero serán otros factores clínicos como los comentados los que tengan más peso para elegir la modalidad de imagen adecuada para cada caso.
A pesar de las limitaciones referidas previamente, el estudio nos aporta la evidencia de que casi todas las modalidades de imagen (TC, RM, US y EUS) presentan una capacidad de diagnóstico del adenocarcinoma pancreático similar. Sin embargo en la práctica habitual serán otras características de las pruebas diagnósticas (su disponibilidad, efectos adversos, capacidad de estudiar la extensión local del tumor…) y la situación clínica del paciente los que orienten nuestra decisión sobre cuál es la prueba adecuada ante la sospecha de cáncer pancreático.
Juan Vega Villar, R4 Hospital Universitario de Getafe @vegju juanvegavillar@gmail.com
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