EDITORIAL MAYO 2017

“Como ciudadano, todos tenemos la obligación de intervenir e implicarnos.

Es el ciudadano el que cambia las cosas” – Saramago

Hace no tanto, me sentaba en una fría mesa de la Facultad de Económicas de Oviedo para enfrentarme al examen MIR y parece mentira, pero han pasado cuatro años desde que mi padre me dijo, papel del Ministerio con la plaza en mano: “Enhorabuena, vas a ver todos los tumores del hospital”.

Cuatro años intensos.

Desde el primer día. La emoción de ponerte esa bata almidonada y el fonendo colgado (“a ver, que aquí eso no lo necesitas”); la sensación de que no sabes nada; la primera noche que te quedas solo con el busca y empieza a sonar esa musiquita que no augura nada bueno a las 3 am; tu primera pifia en un informe; los dobletes, tripletes, cuadrupletes y algún quintuplete…!; las vacaciones con dinero; seguir pensando que no sabes nada; convertirte en un orgulloso R2; ir a los Congresos y hablar de lo humano y lo divino con gente que tiene tan poca idea como tú (y tomar algún vino); rotar fuera y volver con la sensación de que te comes el mundo; discutir alguna urgencia; llegar a R3 creyendo que sabes algo (la mayor parte de las veces, más de lo que realmente sabes); tu primera comunicación oral y la sensación de que todo el mundo ahí delante sabe que estás muerto de miedo; convertirte en el “resi mayor” de alguien; alguna pifia más en los informes; trabajar los salientes; preocuparte por el futuro, pero poco; saber qué me gusta más en la Radiología o no saberlo nunca; discutir menos; disfrutar más de la Medicina; ser R4 con la idea cristalina de que no sabes casi nada; preocuparte por el futuro, esta vez mucho; enviar currículums y encender alguna vela, a ver si hay suerte; ver el final de una etapa..

Y como todo pasa, la residencia también. Espero haber aprendido lo que necesito, pero sobre todo, espero haber aprendido aquello que no necesito, todo en lo que no me quiero convertir. Que la Medicina debería ser humana antes que un trabajo y que es importante ir a trabajar contento. No porque el trabajo sea el centro de tu vida (al final es un medio para un fin), si no porque  vas a pasarte media vida dentro de un Hospital y hagas lo que hagas, no te puedes permitir hacerlo amargado. Y los pacientes tampoco.

Estudia, investiga, esfuérzate, no hagas caso del ruido y sigue levantándote todas las mañanas con la vista puesta en el objetivo. Las cosas solo son imposibles hasta que se logran.

Finalizar la residencia implica también pasar el testigo del Club Bibliográfico y ¿sabéis qué?: Sois un equipo fantástico. Que un grupo humano cuya única comunicación sea vía mail y whatsapp (no os pongo cara a prácticamente ninguno) consiga coordinarse, trabajar y darle continuidad a un proyecto único es para quitarse el sombrero. Gracias. Muchas gracias por todo lo que he crecido a nivel personal y profesional, nunca pensé que trabajar en la Coordinación del CBSERAM iba a ser una decisión tan acertada.

Muchas gracias a la Coordinación: Clara, Daniel y Carolina, sin vosotros esto no hubiera sido posible; a todos los residentes que formáis parte del Club; a los antiguos miembros que he conocido (¡es alucinante cuando habláis del Club y se os ilumina la cara!) y a la gente de la SERAM que ha creído y cree en este proyecto.

Finalmente, le doy la bienvenida al nuevo grupo de coordinación: Marta Gallego y Daniel Rioja como coordinadores generales y Carolina Vargas y José  Manuel Muñoz como coordinadores informáticos, ¡estoy segura de que vais a hacer un trabajo fantástico!

Aprovecho para animaros a todos a visitarnos en el apartado que tendremos en el Congreso Nacional de la SERAM que tendrá lugar en Pamplona los días 23-27 de mayo, así como a asistir a la charla acerca del Club que dará Clara el jueves 23 a las 8:30 en la Sala Corona.

Y como no todo es samba… este mes tenemos una selecta elección de revisiones:

En el área de abdomen, Celia escribe sobre la utilidad de la elastografía como biomarcador de la hipertensión portal, Alejandra lo hace sobre la lesión traumática de la aorta abdominal y Magaly presenta un estudio sobre la seguridad del uso de contraste intravascular en pacientes con enfermedad renal crónica. En cuanto al tórax: José Manuel revisa un artículo sobre la utilidad de la angiografía coronaria por RM de 3T en la detección de enfermedad coronaria; Daniel escribe sobre el signo del halo inverso como hallazgo sugestivo de infarto pulmonar y Guadalupe revisa las indicaciones en el manejo de los nódulos pulmonares incidentales.

En la rama de neuro, Irene realiza una revisión sobre la comparación de secuencias en el estudio de esclerosis múltiple y Ana María revisa la utilidad de la TC avanzada en la diferenciación de convulsiones que simulen ictus.

En el área de la Radiología Vascular e Intervencionista, Marta escribe sobre el tratamiento de endofugas tras EVAR y finalmente Clara se decanta por la Traumatología en la valoración de la reparación artroscópica del LCA.

Y no os olvidéis, como dijo Saramago, es el ciudadano el que cambia las cosas.

¡Nos vemos pronto!

Publicado en Editoriales
One comment on “EDITORIAL MAYO 2017
  1. Muy grande Sara! Gran trabajo. Gracias por tu esfuerzo y entrega

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