Artículo original: Gutjahr CJ, Iverson EP, Walker ST, Johnson JD, Shukla UC, Terrell W. Utility of pre-procedural CT and abdominal radiography before percutaneous radiologic gastrostomy placement. Abdom Radiol. 2019 Dec 3.
DOI: 10.1007/s00261-019-02352-1
Sociedad: Abdominal Radiology (@SocAbdRadiology)
Palabras clave: Gastrostomy, Retrospective studies, Radiography, Abdominal Tomography X-ray computed.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: TC (tomografía axial computerizada)
Línea editorial del número: Abdominal Radiology dedica su número de diciembre en gran parte a la patología urotelial. Consta de 30 artículos incluyendo estudios y artículos originales. De todos los artículos cabe destacar alguno de ellos: el artículo sobre patología benigna del tracto urinario que recogen Shampain KL, et al y la actualización sobre el cáncer urotelial avanzado regido por Alessandrino F., et al.
Motivos para la selección: La gastrostomía percutánea radiológica es un procedimiento cada vez más frecuente. Aunque las complicaciones son muy infrecuentes, se trata de pacientes muy complejos en los que pequeñas complicaciones pueden ser catastróficas. Me parece muy interesante el estudio planteado por este grupo de Nuevo México para intentar minimizar al máximo la aparición de estas.
Resumen del artículo:
El artículo se trata de un estudio retrospectivo realizado en todos los pacientes con implantación nueva de tubo de gastrostomía guiada por fluoroscopia entre julio de 2015 y diciembre de 2016 en el departamento de radiología intervencionista de un hospital terciario, excluyéndose los recambios de tubo de gastrostomía. Este estudio tiene como objetivo estudiar la utilidad del TC abdominal y la radiografía simple abdominal previa al procedimiento .
Se realizó TC preprocedimiento a todos los pacientes y se detectó a todos aquellos que tenían una radiografía simple abdominal previa. Ambas pruebas fueron analizadas por radiólogos diferentes.
A los 30 días del procedimiento se realizó un TC abdominal a modo de seguimiento de la gastrectomía. Las complicaciones fueron graduadas acorde a la revisión del sistema de clasificación de la sociedad de radiología intervencionista.
Se recogieron un total de 126 pacientes de los cuales el 83 % tenía una adecuada ventana anatómica en el TC procedimiento. De los cuales en el 18 % no se realizó la colocación del tubo de gastrostomía por razones clínicas. En 4 pacientes se realizó la colocación del tubo de gastrostomía mediante técnica quirúrgica-endoscópica. En 12 pacientes no se realizó colocación del tubo de gastrostomía por rechazo del paciente y tres pacientes murieron previo al procedimiento.
Los resultados del estudio sugieren que la presencia de una ventana anatómica satisfactoria tiene un alto valor predictivo para la colocación percutánea del tubo de gastrostomía, con una tasa de éxito del 94%. En el bajo porcentaje de pacientes con ventana anatómica satisfactoria en que falló el procedimiento, más de la mitad de las causas no estuvieron relacionadas con la anatomía del paciente, si no que la mayoría se relacionaron con una insuficiente insuflación del estómago.
El 7,4% de los pacientes tuvieron una complicación tras el procedimiento. Ninguna de estas complicaciones fue relevante, no detectándose daño de vísceras ni sangrado importante.
Resultó muy difícil obtener valor predictivo negativo el estudio, dado que a ningún paciente con alteración anatómica en TC preprocedimiento se le realizó la colocación del tubo de gastrostomía mediante vía percutánea.
La placa simple de abdomen realizada previa al procedimiento también tiene un alto valor predictivo positivo, con una tasa de éxito del 97%. Sin embargo el valor predictivo de una anatomía desfavorable en la placa simple de abdomen es difícil de interpretar, al igual que sucede en el TC. Un problema adicional que presenta la radiología simple el procedimiento es la gran discordancia entre observadores de hasta un 29 %. Aunque se podría plantear la realización está técnica previa al procedimiento dado su bajo coste, su baja especificidad y abismal bajo valor predictivo negativo hacen dudar del valor de esta prueba.
Los autores proponen la realización de un TC de haz cónico si el único objetivo es la valoración de la anatomía del paciente, así como otras técnicas como la ecografía o la fluoroscopia. Aunque se necesitan estudios aleatorizados para saber cuál sería la mejor prueba.
Estos autores concluyen que el TC previo al procedimiento tiene un alto valor predictivo positivo para el éxito y no complicación de la técnica. Siendo muy cuestionable el valor de la radiografía simple para este uso.
Valoración personal:
Como ya reflejan los autores en el estudio, el principal punto débil del articulo es que se trata de un estudio retrospectivo sin un grupo control.
Aunque infrecuentes, las complicaciones por colocación percutánea de tubo de gastrostomía pueden ocurrir debido a alteraciones de la anatomía. Y dado que hasta el momento no había sido estudiada la utilidad del TC preprocedimiento para disminuir esta complicaciones el estudio me parece novedoso. Además, el comparar los resultados con la radiografía simple de abdomen me parece muy interesante, ya que es la prueba que se suele utilizar en la mayoría de centros de nuestro entorno.
Guillermo García Galarraga
Hospital Universitario 12 de Octubre, R4.
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