Artículo original: Plumb AA et al. Patient experience of CT colonography and colonoscopy after fecal occult blood test in a national screening programme. Eur Radiol (2017) 27:1052.
Sociedad a la que pertenece: European Society of Radiology (@myESR)
DOI: http://dx.doi.org/10.1007/s00330-016-4428-x
Palabras clave: Colon cancer, computed tomography, endoscopy, fecal occult blood test, CT colonography (CTC)
Abreviaturas y acrónimos utilizados: Ciclooxigenasa 2 (COX2), Resonancia Magnética (RM), Glioblastoma Multiforme (GBM), Tomografía Computarizada (TC), Colonografía por TC (CTC), Radiological Society of North America (RSNA), Test de Sangre Oculta en Heces (TSOH), Colonoscopia Óptica (CO), Carcinoma Colorrectal (CCR).
Línea editorial del número: Al tratarse de una publicación con ánimo generalista el contenido del número es heterogéneo, con artículos referentes a las diferentes subespecialidades así como al ámbito informático y de la radiología forense. De los 49 manuscritos que contiene el número de marzo me han llamado la atención el que estudia la utilidad de las secuencias de susceptibilidad magnética para el atrapamiento subacromial, otro que estudia la inhibición de la vía de la COX2 para disminuir los efectos sistémicos tras la ablación por radiofrecuencia de tumores hepáticos, y otro que analiza la utilidad de la RM en el contexto de la lesión cervical traumática cerrada en el ámbito de la urgencia. De igual manera me ha parecido interesante uno de los manuscritos de la sección de neurorradiología, que analiza el pronóstico del GBM de acuerdo con la geometría tanto del tumor como de las áreas de captación de contraste, realizado por el laboratorio de Oncología Matemática de la Universidad de Castilla–La Mancha.
Motivos para la selección: Por un lado, mi interés por la técnica de CTC, que me parece apasionante desde el punto de vista del postprocesado y análisis de las imágenes; y por otro, el hecho de que la principal variable a analizar en el estudio sea el confort del paciente durante el procedimiento, dentro de la corriente de la radiología centrada en el paciente, propugnada en el último congreso de la RSNA.
Resumen: La experiencia del paciente a la hora de someterse al acto clínico es un indicador fundamental no sólo para el propio paciente, sino para prácticamente todos los eslabones del sistema. Que la experiencia sea positiva cobra aún más importancia si hablamos de un programa de cribado, puesto que se trata de una de las características más importantes para su aceptación por parte de la población. Mediante el uso del TSOH, seguido de la CO en aquellos casos positivos, se ha demostrado una disminución de la mortalidad relacionada con el CCR. Sin embargo, en los casos en los que la CO no se puede realizar (por contraindicación, dificultad técnica, o negativa del paciente), la CTC constituye una herramienta con alta sensibilidad para la detección de pólipos y CCR, y que está aceptada por las guías de consenso en los casos de CO no realizable o incompleta. A priori, existe la concepción, apoyada por algunos artículos, de que la tolerabilidad de la CTC es superior a la de la CO. Precisamente lo que trata de dilucidar el manuscrito es la experiencia de los pacientes sometidos a estas pruebas y compararlas entre ellas, tomando como base la población inglesa sometida al programa de cribado del CCR.
Para ello, la totalidad de participantes del programa de cribado durante un periodo de dos años completaron un cuestionario a los 30 días de la realización de la prueba (ya fuese CO o CTC), que incluía ítems sobre la invitación al programa, el TSOH, la preparación para el procedimiento, el propio procedimiento, la sintomatología post-procedimiento, la comunicación de los resultados, y opiniones sobre la privacidad y dignidad durante todo el proceso. Asimismo, se extrajeron datos demográficos de la base de datos del programa de cribado. Quizás lo más llamativo fue el ajuste de los datos por índice de deprivación socioeconómica (vinculado al código postal) y la inclusión de las complicaciones de las pruebas realizadas como consecuencia de una CTC positiva o dudosa. A la hora de realizar el análisis de los resultados se realizaron comparaciones independientes para los grupos que sólo se habían sometido a CTC (por contraindicación o negativa) y para los que se habían sometido a las dos pruebas (por CO incompleta), puesto que la experiencia de estas dos subpoblaciones podrían diferir.
Resultados
De los 67114 sujetos cribados, tras aplicar los criterios de exclusión, se analizan finalmente 52005 cuestionarios. La principal indicación para la realización de la CTC fue la contraindicación de la CO. Entre los sujetos a los que se le realizó CTC predominaban los pacientes añosos (en comparación con el grupo de CO), y los de sexo femenino. Asimismo, la deprivación socioeconómica media de los participantes también fue mayor en el grupo al que se le realizó CTC.
Ítems que valoran la experiencia pre-procedimiento
Si bien los pacientes entendieron adecuadamente los riesgos y beneficios de ambas pruebas, así como la preparación para las mismas, los resultados arrojan una mejor comprensión, mínima aunque estadísticamente significativa, de la CO.
Ítems que valoran el procedimiento
Probablemente el resultado más curioso de todo el estudio sea el hecho de que aproximadamente el 25% de los entrevistados consideró la CTC como “más incómodo de lo esperado”, inclusive si el sujeto se había sometido anteriormente a la CO, independientemente de la sedación durante este último procedimiento. Por el contrario, el ítem que se utilizó para medir la incomodidad objetiva (pacientes que requirieron interrumpir el procedimiento), no presentó diferencias significativas entre las dos pruebas.
La práctica totalidad de los participantes aseguraron haber sido tratados con respeto durante ambas pruebas, si bien de nuevo la CO presentó cierta ventaja respecto a la CTC.
Ítems que valoran la experiencia post-procedimiento
De nuevo la CO muestra resultados superiores a la CTC en cuanto a la rapidez con la que se recibió los resultados y la comprensión de los mismos, aunque no se demostró diferencia significativa en los ítems de dolor abdominal y anorrectal tras las pruebas.
Complicaciones post-procedimiento
En cuanto a las complicaciones de ambas pruebas, se encontraron aproximadamente 1 complicación de cada 100 procedimientos en el caso de la CO y 1 de cada 200 en la CTC. Estos números se igualan si se consideran en el análisis las complicaciones surgidas de las pruebas que se realizan para confirmar los resultados de una CTC positiva (ya sea ese resultado un verdadero o un falso positivo). También se realizó una valoración cualitativa de las mismas, encontrando una mayor gravedad de las complicaciones de la CO (perforaciones, arritmias, etc.).
Diferencias según indicación de la CTC
Se hallaron diferencias significativas en cuanto a la claridad de las instrucciones para la preparación de la prueba y para la firma del consentimiento informado, ambas ligeramente superiores en el grupo que se había sometido previamente a la CO. De igual forma, la tolerancia de la CTC fue mayor en el grupo que se había sometido previamente a la CO.
Conclusión.
La mayor parte de los grandes estudios respecto al cribado del CCR realizados hasta el momento han tenido como variables principales las tasas de detección de lesiones tumorales y pretumorales así como la seguridad de los procedimientos, y han dejado de lado variables relacionadas con la experiencia del paciente. Los resultados de este estudio apoyan la hipótesis de que se puede conseguir altas tasas de satisfacción de la población sometida al programa de cribado. Igualmente, se demuestra que la CTC es un procedimiento extremadamente seguro, ya que las complicaciones no solo son escasas, sino que cuando ocurren son leves o moderadas y no ponen en peligro la vida del paciente. Llama la atención la percepción de incomodidad durante la realización de la CTC, mayor de la que esperaban encontrar los autores, y se plantea que quizá sea por una información previa a la realización del procedimiento que es insuficiente, generando expectativas no realistas acerca del mismo. Probablemente la conclusión más importante sea que, a pesar de la percepción existente de que la CTC es más cómoda para el paciente, ambos procedimientos presentan unos niveles de satisfacción suficientes como para ser recomendados tras un resultado positivo del TSOH.
Valoración Personal:
Probablemente el valor añadido de este artículo respecto a otros similares realizados previamente sea la inclusión y el análisis de variables relacionadas con la experiencia del paciente, muy en boga dentro del mundo radiológico en los últimos tiempos. Me parece interesante que se tenga en cuenta variables socio-económicas para analizar los datos, puesto que en el ámbito biomédico (y mucho más en el de la radiología) tradicionalmente se le ha restado la importancia inherente que representa el determinante de salud “medio ambiente”. De igual forma, me parece positivo que se haga la distinción de los resultados según la indicación de la CTC, puesto que la adecuada comparación de la prueba permite una contextualización a la hora de emitir un juicio sobre la misma. Otro punto llamativo es que los pacientes se hayan sentido más respetados durante la CO, posiblemente atribuible a una mayor preparación del personal del programa de cribado, frente al personal del servicio de radiodiagnóstico. Por último, aunque se trata de un estudio muy completo, el análisis de una cantidad de variables tan numerosas dificultan la lectura del mismo, requiriendo un alto nivel de concentración para su adecuada comprensión. Esta limitación se contrapone a un apartado de discusión bien planteado, que facilita la interpretación de los resultados.
Daniel Eiroa. R3. Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. contrasteyodado@gmail.com @eiroamd
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