Artículo original: Beharry J, Fink J, Colgan F, Laing A, Mann D, Collecutt W, et al. Endovascular Therapy for Ischemic Stroke Can Be Successfully Performed by Peripheral Vascular Interventionalists. J Vasc Interv Radiol. 2020;31(12):1978-83.
Sociedad: Society of Interventional Radiology (@SIRspecialists)
DOI: https://doi.org/10.1016/j.jvir.2020.08.031
Palabras clave: N/A.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: mTICI (tratamiento modificado en la isquemia cerebral), ERm (Escala de Rankin modificada).
Línea editorial del número: Journal of Interventional Radiology es la revista oficial de la Sociedad de Radiología Intervencionista. Presenta una periodicidad mensual, con un índice de impacto de 3.03, convirtiéndola en una de las revistas más citadas en el campo. Cada número de Journal of Interventional Radiology cubre temas médicos críticos y de vanguardia mínimamente invasivos, clínicos, de investigación básica, radiológicos, patológicos y socioeconómicos de importancia para el campo. En el número de diciembre de 2020 hay un total de 19 artículos de investigación, 4 comunicaciones cortas y 1 artículo de revisión. En el número de este mes destaca un interesante artículo que revisa los resultados en pacientes con isquemia crítica de miembros que se sometieron a angioplastia transluminal percutánea convencional como tratamiento de primera línea para la revascularización (Angioplasty-First” Approach for Limb Salvage in Asian Patients with Critical Limb Ischemia: Outcomes from 3,303 Angioplasties on 2,402 Limbs in a Single Tertiary Hospital) y un interesante artículo de revisión sobre el riesgo de hemorragia por biopsia renal transyugular y su rendimiento diagnóstico (Transjugular Renal Biopsy Bleeding Risk and Diagnostic Yield: A Systematic Review).
Motivos para la selección: He elegido el artículo ya que me ha llamado la atención la posibilidad de que un radiólogo que realiza habitualmente un trabajo como intervencionista vascular periférico pudiera formarse para realizar un tratamiento endovascular de los ictus isquémicos, con la mejora en la calidad de vida y morbimortalidad que eso supone en los pacientes que se beneficiarían del tratamiento.
Resumen:
El propósito de este estudio era describir las características de los pacientes y los resultados clínicos y procedimentales en pacientes sometidos a trombectomía endovascular en un centro sin un servicio neurointervencionista dedicado, donde algunos intervencionistas periféricos tienen entrenamiento neurointervencionista específico para el tratamiento de accidentes cerebrovasculares.
Hay que tener en cuenta que una de las barreras para proporcionar tratamiento endovascular en el ictus es el número insuficiente de radiólogos intervencionistas con formación reglada en neurorradiología intervencionista. Por lo que en los centros donde el acceso a neurointervencionistas especialistas es limitado, la realización de trombectomía endovascular por radiólogos intervencionistas vasculares periféricos puede ser la única opción realista.
Se realizó una revisión retrospectiva de todos los pacientes que recibieron trombectomía endovascular en el Hospital de Christchurch, Nueva Zelanda, desde junio de 2014 hasta finales de diciembre de 2019 a partir de un registro de reperfusión prospectivo. Durante el período de estudio, 5 radiólogos intervencionistas vasculares periféricos, 2 de los cuales tenían experiencia en otros procedimientos neuroendovasculares, realizaron 210 procedimientos de trombectomía endovascular. La mediana de edad de los pacientes fue de 76 años (rango intercuartílico: 64-83 años) y 107 (51%) eran hombres.
El vaso más comúnmente ocluido fue la arteria cerebral media M1 (n = 114; 54%). Se logró una reperfusión exitosa (mTICI 2b-3) en 180 procedimientos (86%). Se logró un resultado favorable a los 90 días (ERm de 0 a 2) en 102 pacientes (54%) sin discapacidad antes del accidente cerebrovascular. Se produjo hemorragia intracraneal sintomática en 3 pacientes (1,4%). Hubo un aumento progresivo en la disponibilidad de la trombectomía endovascular dentro del área de influencia del hospital con un número creciente de radiólogos intervencionistas capaces de realizar el tratamiento por lo que las tasas de tratamiento en el área de población asignada del hospital aumentaron de 6 por 100.000 habitantes en 2017 a 15 por 100.000 en 2019.
El estudio concluye las siguientes ideas principales:
– Los radiólogos intervencionistas vasculares periféricos con formación específica adicional pueden realizar trombectomía endovascular con criterios de valoración de resultados y seguridad comparables a los demostrados en ensayos controlados aleatorios.
– El aumento del número de intervencionistas capaces de realizar trombectomía endovascular dio como resultado un aumento significativo en el número de tratamientos.
– El 54% de los pacientes logró una buena recuperación funcional (puntuación de ERm 0-2) a los 3 meses de seguimiento, que fue comparable a un metanálisis de ensayos de trombectomía (HERMES) donde el 46% de los pacientes lograron una buena recuperación funcional.
– La revascularización exitosa (puntuación mTICI 2b-3) del 86% en esta cohorte también se comparó favorablemente con los resultados del metanálisis HERMES (puntuación mTICI 2b-3 en 71%), al igual que los eventos de hemorragia intracraneal sintomática (1% frente a 4,4%). Los resultados funcionales y las tasas de revascularización también son similares a los registros de trombectomía endovascular, como el registro STRATIS.
El propósito de este estudio no es desalentar la correcta capacitación para realizar el tratamiento neurointervencionista, sino más bien demostrar que la realización de trombectomía endovascular es posible en regiones sin los recursos o la carga de casos para mantener de manera realista un servicio de Neurorradiología intervencionista dedicado. Debe enfatizarse la importancia del entrenamiento específico para realizar trombectomía endovascular en los accidentes cerebrovasculares para los intervencionistas vasculares periféricos. Los intervencionistas vasculares periféricos del Christchurch Hospital realizaron procedimientos supervisados antes de la práctica independiente, y este proceso dependía en gran medida de la presencia de intervencionistas dentro del departamento, que ya tenían una experiencia significativa en neurointervención endovascular.
En conclusión, la experiencia descrita demuestra la viabilidad, seguridad y eficacia de la trombectomía endovascular realizada por intervencionistas periféricos y, lo que es más importante, el aumento significativo de acceso a la técnica en regiones sin los recursos o la carga de pacientes apropiados.
Valoración personal:
Creo que es un estudio metodológicamente muy bueno, que nos permite plantear soluciones a un problema que existe actualmente: la falta de profesionales formados para realizar un tratamiento de trombectomía endovascular en un centro sin un servicio neurointervencionista dedicado. Hay que tener en cuenta que el propósito del estudio no es desalentar la correcta capacitación para realizar el tratamiento neurointervencionista, sino más bien, demostrar que la realización de trombectomía endovascular es posible en regiones sin los recursos o la carga de casos para mantener de manera realista un servicio de Neurorradiología intervencionista dedicado. Creo que en España, a la dificultad para mantener un servicio de Neurorradiología dedicado se une la dificultad para formarse en la materia durante la residencia de radiodiagnóstico, por lo que para solventar el problema actual de formación de neurorradiologos intervencionistas debería existir un periodo de formación reglada a lo largo de la residencia para realizar una subespecialidad, como por ejemplo ocurre en la residencia de radiodiagnóstico en la unión europea.
Lorenzo Ismael Pérez Sánchez
Hospital General de Segovia. R3.
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