Artículo original: Pfeifer K, Leslie M, et al. Imaging findings of anterior hip dislocations. Skeletal Radiol (2017) 46:723-730.
Sociedad a la que pertenece: International Skeletal Society.
DOI: http://dx.doi.org/10.1007/s00256-017-2605-x
Palabras clave: anterior hip dislocation, hip dislocation, magnetic resonance imaging, computed tomography, trauma, MRI, CT
Abreviaturas y acrónimos utilizados: RM (resonancia magnética), TC (tomografía computarizada), AP (anteroposterior)
Línea editorial del número: el número de junio de Skeletal Radiology se compone de 15 artículos originales entre los que encontramos dos artículos de revisión (el que reviso y otro sobre la utilidad de diferentes secuencias de RM para la estadificación del linfoma) y seis manuscritos de investigación original, entre los cuales me ha llamado la atención el que analiza el valor de la ecografía para el diagnóstico de los episodios agudo de artritis gotosa. Asimismo, se incluyen seis presentaciones de casos, con revisión bibliográfica a propósito de los mismos.
Motivos para la selección: me gusta seleccionar artículos de revisión porque creo que son más útiles para mi formación como residente, así como más amenos para los lectores del club bibliográfico. De los dos artículos de revisión incluidos en este número me pareció más interesante el seleccionado, ya que revisa una entidad de la que no conocía las manifestaciones radiológicas y se apoya de imágenes de alta calidad.
Resumen:
A pesar de ser una de las articulaciones más estables del cuerpo, debido a su gran soporte óseo, ligamentoso y muscular, la cadera no está exenta de luxaciones de origen traumático.
Los principales ligamentos que dotan de estabilidad a la región anterior de la articulación coxofemoral son el iliofemoral, el pubofemoral y el isquiofemoral. En menor medida actúa el ligamento redondo, que une la fóvea de la cabeza femoral con el acetábulo.
El mecanismo de lesión en las luxaciones anteriores de cadera es la extensión y rotación externa, sumado a un componente de aducción en las luxaciones ántero-inferiores (90%) y de abducción en las ántero-superiores.
Hallazgos en radiografía
La radiografía simple constituye el estudio de inicio ante todo traumatismo de cadera, ya que presenta una alta sensibilidad para la luxación ántero-inferior, puesto que se identifica la cabeza femoral superpuesta al agujero obturador. Sin embargo, los hallazgos en el caso de la luxación ántero-superior pueden confundirse con los de la luxación posterior (más frecuente). Dos características que van a favor de la primera son la visualización del trocánter menor con una disposición de perfil y la presencia de fracturas por avulsión de las espinas iliacas ántero-inferior y ántero-superior.
A pesar de que los hallazgos descritos nos permiten confirmar el diagnóstico de sospecha, se hacen necesarios estudios tomográficos para la adecuada valoración de las repercusiones de la luxación.
Hallazgos en TC
Las principales ventajas que aporta la TC respecto a la radiografía son la evaluación multiplanar de las fracturas por impactación (frecuentes en este tipo de lesiones) así como de la presencia de fragmentos intraarticulares y la posibilidad de crear reconstrucciones tridimensionales. Estos dos últimos puntos son clave para el cirujano ortopédico, puesto que le permite una adecuada planificación quirúrgica.
Hallazgos en RM
El valor añadido que aporta la RM sobre el resto de pruebas es la posibilidad de evaluar de manera detallada las lesiones cartilaginosas, ligamentosas y tendinosas, de igual manera que las posibles repercusiones de la lesión sobre las estructuras vásculo-nerviosas. Por definición, la luxación anterior de cadera se acompaña de lesión ligamentosa, con afectación universal (independientemente del subtipo de luxación anterior) del ligamento íliofemoral. Otros ligamentos que pueden estar afectados son el acetabular transverso (inferior), el isquiofemoral (posterior) y el iliopúbico (anterior). Asimismo se pueden valorar adecuadamente mediante la RM las lesiones labrales.
Complicaciones
La luxación anterior de cadera constituye una emergencia quirúrgica, independientemente del subtipo, proponiéndose un límite de 3 horas tras el traumatismo para la reducción de la misma. El objetivo principal de la cirugía precoz es el de evitar las complicaciones, a pesar de ser menos frecuentes que en las luxaciones posteriores. La secuela más frecuente es la artritis secundaria a las fracturas asociadas, sobre todo las que pueden pasar más desapercibidas, como la impactación de la cabeza femoral. Otra complicación relevante es la osteonecrosis de de la cabeza femoral, mayor cuanto más se tarde en reducir la luxación.
Conclusión:
Es importante conocer las manifestaciones radiológicas de las luxaciones anteriores de cadera ya que, aunque menos frecuentes que las posteriores, constituyen una emergencia quirúrgica, que hay que resolver de la manera más precoz posible. Para ello ha de comenzarse con una radiografía simple en proyecciones AP y axial, y completar el estudio con TC con reconstrucciones multiplanares y volumétricas y si es posible con RM, para valorar las consecuencias de la lesión sobre el resto de estructuras adyacentes.
Valoración Personal:
El artículo realiza una adecuada revisión de las principales características radiológicas de la entidad, de manera concisa y somera, sin escatimar en bibliografía para apoyar las afirmaciones. Quizás se echa de menos algo más de iconografía, si bien la que aportan es de elevada calidad, en una resolución que permite valorar adecuadamente los hallazgos y con explicaciones detalladas de la misma.
Daniel Eiroa. R4. Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. @eiroamd contrasteyodado@gmail.com
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