Artículo original: Van Assen M, Lavra F, Schoepf J, Jacobs B, Williams B, Thompson Z, et al. Iodine quantification based on rest / stress perfusion dual energy CT to differentiate ischemic, infarcted and normal myocardium. Eur J Radiol. 2019;112:136-143.
DOI: https://doi.org/10.1016/j.ejrad.2019.01.017
Sociedad: N/A
Palabras clave: Dual energy CT, Iodine quantification, Myocardial perfusion, Infarct, Ischemia
Abreviaturas: TC (tomografía computarizada), RM (resonancia magnética) ROI (region of interest)
Línea editorial del número:
El número presenta varias publicaciones dedicadas al análisis cuantitativo de la imagen médica, siguiendo con la tendencia a enfatizar el avance de la radiómica y otras aplicaciones vinculadas a la inteligencia artificial. El número incluye también las clásicas secciones dedicadas a la organización órgano – sistema y un apartado con un interesante artículo sobre el análisis de las dosis en el uso clínico rutinario de la TC espectral con detector de doble capa.
Motivos para la selección:
El tema me pareció interesante ya que aporta un valor añadido al ya más que conocido estudio morfológico de la perfusión miocárdica. Se trata de la posibilidad de cuantificar el yodo en el miocardio, lo cual puede significar una interesante vía de desarrollo de esta técnica en comparación con la RM cardíaca y la SPECT de perfusión.
La TC espectral sigue siendo bastante desconocida en nuestro entorno y creo que tanto a radiólogos como a técnicos nos es de utilidad familiarizarnos con las posibilidades y aplicaciones clínicas de esta tecnología. Es también un campo de desarrollo profesional por la necesidad de conocer en qué consiste el post proceso cada vez más elaborado en este tipo de estudios. Por otro lado, el artículo también nos recuerda la constante definición de posibles biomarcadores.
Resumen:
Se trata de un estudio retrospectivo derivado de la cohorte de otro estudio prospectivo. La intención de los autores es correlacionar los hallazgos de RM cardíaca y TC espectral cardíaca en pacientes con perfusión normal, isquemia y necrosis miocárdica. Adicionalmente, buscan definir unos umbrales de variación de concentración de yodo entre miocardio sano, isquémico y necrótico a fin de definir biomarcadores específicos.
El estudio se realizó en un único centro siguiendo un protocolo específico tanto para la realización de la RM como para la TC. En ambas modalidades, se realizó primero el estudio de reposo y tras la estimulación farmacológica, el estudio de estrés. El período de tiempo entre el reposo y el estrés, tanto en RM como en TC, fue de 15 minutos. En total se estudiaron 46 pacientes, todos ellos con sospecha de enfermedad arterial coronaria. Después de seleccionados y descartados los que presentaban alteraciones procedimentales o artefactos de imagen, se separaron en tres grupos; control (n=15), isquemia (n=10) e infarto (n=17).
Para el análisis de imagen se usó una metodología de doble ciego para dividir los segmentos del miocardio estudiado en 4 categorías siguiendo una escala de Likert. Las imágenes sobre las que se realizó esta evaluación eran de mapa de yodo. Sobre las imágenes se colocaron diferentes ROI con la intención de medir la concentración de yodo expresada en mg/ml. Como referencia para la determinación de la concentración de yodo en el grupo control se colocó la ROI en el septo. La misma localización se usó para determinar la concentración en el miocardio remoto. Para medir la concentración en zonas con isquemia / necrosis, se colocó ROIs en localizaciones distintas decididas en base a la imagen morfológica. No se utilizó la segmentación clásica. Los datos se correlacionaron con el análisis de la imagen de RM.
Los resultados muestran que la concentración de yodo no presenta diferencias significativas entre reposo y estrés en el grupo control. Existe acuerdo en los resultados de la valoración de la imagen de RM y TC en los tres grupos. La concentración de yodo en el miocardio remoto (septo) fue significativamente menor en la fase de reposo para el grupo de isquemia en comparación al grupo control. Esta diferencia no se observa al comparar el grupo infartado con el grupo control en fase reposo y estrés. En fase de reposo, la concentración de yodo para los pacientes con isquemia fue significativamente superior que para los pacientes con infarto. En estrés, la diferencia no es significativa.
En la discusión final, los autores proponen concentraciones umbral para la determinación de miocardio sano, isquémico y necrótico. En sus argumentos, defienden las bondades del uso de la TC espectral ya que permite la visualización morfológica y la valoración cuantitativa centrándose en zonas de interés y no por segmentos preestablecidos. Hacen buena autocrítica de su estudio al referirse al carácter retrospectivo del mismo y la limitada muestra, en especial del grupo de pacientes con isquemia (n=10). Un dato interesante, citado en el artículo, es que se observa una menor concentración de contraste en el grupo isquemia no solamente en la fase de estrés sino también en la fase de reposo con respecto al control. Otra limitación declarada es la no comparación de los hallazgos con arteriografía coronaria.
Valoración personal:
El artículo me parece bien elaborado y argumentado. La metodología me parece correcta. En la práctica clínica puede contribuir a extender el uso de la TC espectral en el estudio de la enfermedad arterial coronaria. Quizás lo más relevante sea la posibilidad de cuantificación. En cuanto al texto, se me hizo algo difícil la lectura sobre los resultados aunque las tablas permiten una mejor visualización de los mismos. Aunque la muestra es pequeña, la valoración estadística sustenta las conclusiones. Las imágenes de mapa de yodo permiten entender mejor los hallazgos descritos.
Como crítica, creo que la determinación de ROIs en zonas isquémicas, necróticas y en el septo podría ser un aspecto muy operador-dependiente. Aunque no se menciona en la discusión, haría falta un mayor tamaño muestral para diluir estas posibles impurezas. La aplicaciones de la TC espectral seguirán desarrollándose y seguramente en breve dispondremos de mayor evidencia para sustentar estos resultados.
Rodrigo García Gorga Hospital Universitari Parc Taulí de Sabadell, TSIDMN rgarciag@tauli.cat @GorgaRodrigo
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