Artículo original: Komori T, Inoue D, Zen Y et al. CT imagen comparison between intraductal papillary neoplasm of the bile duct and papillary cholangiocarcinomas. European Radiology.2019; 29:3132-3140.
DOI: https://doi.org/10.1007/s00330-018-5841-0
Sociedad: European Radiology (@myESR)
Palabras clave: Bile ducts, tomography, X-ray computed, cholangiocarcinoma.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: TC (tomografía computarizada), NPIVB (neoplasia papilar intraductal de la vía biliar), CCP (colangiocarcinoma papilar).
Línea editorial del número: En el número de junio, la revista European Radiology publica 60 artículos. Casi un 25% (14 artículos) están relacionados con las técnicas de imagen, sobre todo con la imagen en Resonancia Magnética. De ellos destacaría el de Neumann W. “Risk assessment of copper-containing contraceptives: the impact for women with implanted intrauterine devices during clinical MRI and CT examinations”, porque resuelve una cuestión que, a pesar de lo frecuente del tema, no había sido ampliamente estudiada hasta el momento. Encontramos otros artículos originales como un estudio experimental sobre la imagen en la TC de la gota en un modelo animal y tres artículos sobre la imagen en medicina forense.
Motivos para la selección:
Muchas veces nos enfrentamos con imágenes que nos resultan difíciles de filiar. A veces somos capaces de reconocer su gravedad aunque no podamos reconocer su origen, pero otras veces la imagen puede confundirnos con hallazgos de naturaleza benigna y entonces nos encontramos ante un verdadero reto diagnóstico. A pesar de que el colangiocarcinoma de tipo papilar no es la presentación más frecuente de esta temida neoplasia, me parece importante saber reconocerla y diferenciarla de la NPIVB, teniendo en cuenta que el pronóstico es mucho mejor en el caso de esta última. He elegido este artículo porque me parece que pretende definir propiedades precisas que nos ayuden a caracterizarlas mejor, utilizando como base un modelo diagnóstico actual.
Resumen:
La neoplasia papilar intraductal de la vía biliar (NPIVB) es una entidad caracterizada por el crecimiento exofítico papilar del epitelio biliar hacia la luz ductal, que se ha reconocido como una entidad independiente y diferenciada de otros tipos de tumores de la vía biliar. Por otro lado, el colangiocarcinoma de tipo papilar (CCP) se presenta con un crecimiento intraductal y tradicionalmente la diferenciación histológica entre estas dos patologías ha sido discutible. Recientemente, se ha propuesto un nuevo esquema diagnóstico que separa estas dos entidades incluyendo criterios histológicos que pueden ayudarnos a diferenciarlas.
Para la realización del estudio, los autores revisaron una amplia base de datos de pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas por neoplasias biliares y reevaluaron su diagnóstico utilizando este nuevo esquema. Seleccionaron un total de 67 casos que cumplían los criterios diagnósticos y realizaron un estudio comparativo entre los hallazgos radiológicos identificables en las imágenes de TC realizadas a estos pacientes.
Se analizaron características como la localización y la morfología del tumor, la forma y tamaño de los nódulos murales, el realce de la pared del conducto adyacente al nódulo y la dilatación de la vía biliar, entre otros.
El artículo incluye dos figuras muy representativas, una de ellas donde se define mejor la clasificación y la morfología de los tumores. Se describen los de tipo cast-like como aquellos que se presentan en forma de lesiones nodulares intraductales sin dilatación del conducto biliar afectado y los cyst-like como aquellos tumores asociados con la dilatación quística del conducto biliar afectado. Estos últimos pueden clasificarse a su vez en aneurismáticos o diverticulares.
El estudio obtiene una prevalencia de NIPVB y CCP entre los casos de la base de datos inicial descrita en el estudio del 4% y 9% respectivamente. Entre las variables analizadas, destacan las diferencias significativas en cuanto a la presentación clínica, asintomática en los casos de NPIVB, al contrario que los CCP, más frecuentemente sintomáticos en el momento del diagnóstico.
En cuanto a los hallazgos radiológicos los puntos clave a destacar son los siguientes:
– Localización del tumor: las NPIVB muestran una clara preferencia por los conductos biliares intrahepáticos mientras que los CCP se ubican en su mayoría en la vía biliar distal.
– Morfología de la lesión: los NIPVB se mostraron más frecuentemente con forma cyst- like y los CCP se clasificaron en su mayoría como cast-like.
– Nódulos murales: aunque todos los casos presentaban nódulos murales, la forma de los nódulos difirió entre los dos grupos: los de tipo frond-like se observaron más comúnmente en los NIPVB, mientras que los nódulos papilares sólidos se observaron con mayor frecuencia en los CCP.
– Dilatación de la vía biliar: los CCP se asociaron con dilatación de la vía proximal mientras que los NIPVB se asociaron a dilatación de la vía distal.
– El realce de la pared del conducto adyacente al nódulo se observó en CCP y no en los casos de NIPVB.
La dilatación del conducto biliar y la morfología del tumor resultaron ser las características más útiles para la diferenciación; combinando estos dos hallazgos el 78% de las neoplasias del conducto biliar papilar se clasificaron correctamente en NIPVB o CCP.
Como idea clave, se señala que la dilatación de la vía biliar distal, la morfología del tumor de tipo cyst-like, los nódulos murales de tipo frond-like y la ausencia de realce del conducto adyacente al nódulo son características que nos orientan a NIPVB.
Un dato importante que mencionan los autores es que, a partir del análisis de las imágenes de TC previos, disponibles para algunos de los pacientes, se encontró que en los casos con NPIVB, los hallazgos ya se encontraban presentes y en la mayoría de los casos de CCP no había ningún hallazgo. Por tanto, se podría inferir que los NIPVB no tienen un curso tan agresivo como se piensa actualmente.
En este artículo, siguiendo el esquema diagnóstico propuesto, se obtiene una prevalencia del NIPVB del 4% entre las neoplasias biliares resecadas, que es mucho menor a la propuesta por otros estudios previos, que sugieren un 10% de prevalencia. Se sugiere que esta diferencia pueda ser debida a que los criterios diagnósticos utilizados en los estudios previos pudieran no haber sido tan estrictos, de forma que algunos CCP podrían haber sido mal categorizados como NIPVB.
Aunque el tratamiento de elección es quirúrgico tanto para los NIPVB como para los CCP, en este artículo se propone que el seguimiento con vigilancia puede ser una opción válida en el caso de los pacientes seleccionados con NIPVB, debido a su naturaleza menos agresiva.
Valoración Personal:
A pesar de tratar sobre un tema sumamente específico, el artículo me ha parecido práctico. Es cierto que ya existen estudios previos analizando el mismo tema pero he encontrado muy interesante que se hiciera un estudio utilizando un nuevo esquema diagnóstico, que al final aporta información más actual e incluso nuevas sugerencias en el manejo.
Es un artículo muy bien estructurado, de lectura más o menos fácil y apoyando el texto contiene buenas tablas con resumen de los hallazgos y figuras que completan el texto y ayudan a entender mejor las clasificaciones. Quizá menciona algunos resultados innecesarios que puedan llevar a perdernos un poco entre los datos pero al final las ideas y los puntos clave quedan bastante claros.
Ana Santos Ángel anasantosangel9@gmail.com Hospital Infanta Sofía. San Sebastián de los Reyes. Madrid. R2.
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