Artículo original: Kooraki S, Hosseiny M, Myers L, Gholamrezanezhad A. Coronavirus (COVID-19) outbreak: What the Department of radiology Should Know. J Am Coll Radiol. 2020; (20).
DOI: https://doi.org/10.1016/j.jacr.2020.02.008
Sociedad: American College of Radiology
Palabras clave: N/A.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: COVID-19 (coronavirus 19), OMS (Organización Mundial de la Salud), SARS (Severe Acute Respiratory syndrome), MERS (Middle East respiratory syndrome), CDC (Centers for Disease Control and Prevention), TC (tomografía computarizada), RM (resonancia magnética).
Motivo para la selección:
Este artículo me parece interesante dado que muestra un enfoque radiológico de un problema global que normalmente parece afectar a especialidades como medicina interna, intensiva o de enfermedades infecciosas. Los radiólogos tenemos un papel destacado en el diagnóstico de casos en pacientes en los que no se presume que pueda ser diagnosticada una infección por COVID-19. Por eso me parece que los residentes y los adjuntos de radiodiagnóstico debemos conocer tanto los aspectos más importantes, así como la apariencia radiológica de esta infección que ha modificado nuestras vidas en muy poco tiempo.
Resumen:
En diciembre de 2019 una nueva neumonía viral apareció en Wuhan China. El famoso COVID-19, desde entonces, se ha expandido globalmente con un aumento rápido del número de muertes. Esta neumonía se caracteriza clínicamente por fiebre, fatiga, tos seca y disnea. De la familia del SARS y del MERS, su período de incubación medio es de aproximadamente cinco días y se transmite incluso en pacientes asintomáticos. El 5 de febrero de 2020 constaban 25.000 casos mundialmente. En este momento la OMS decidió declarar la pandemia. Las pruebas de imagen son críticas en la valoración de la severidad y la progresión de la enfermedad; es por eso que los radiólogos deben conocer las manifestaciones radiológicas. Además, deben tomarse medidas de prevención entre el personal de los servicios de Radiodiagnóstico.
Hay que tener en cuenta que a pesar de que las manifestaciones clínicas más frecuentes son fiebre, tos y disnea, también puede aparecer diarrea y dolor abdominal.
En el artículo existen muchas imágenes de estudios TC de pacientes con diagnóstico confirmado de neumonía por COVID-19. Los hallazgos radiológicos que podemos encontrar son áreas bilaterales subsegmentarias de consolidación, sobre todo en aquellos pacientes que se encuentran en UCI, mientras que los pacientes menos graves, se puede ver desde consolidaciones subsegmentarias transitorias y a lo largo de la evolución se convierten en opacidades en vidrio deslustrado bilaterales. El empeoramiento de estos pacientes suele ocurrir en torno al día 7 de evolución.
Estos hallazgos son muy inespecíficos y se pueden ver en otras patologías como gripe por H1N1, citomegalovirus o neumonías atípicas. Para el diagnóstico de sospecha habrá que tener en cuenta una presentación clínica aguda y una historia de viajes a sitios de riesgo.
Los técnicos de radiología están en la primera línea de contacto con pacientes infectados, por lo que son de los personales sanitarios que pueden afectarse. Por eso deben extremarse las precauciones y cada centro debe tener su protocolo para los pacientes con infección por COVID-19 (ya sea sospecha o confirmada). No hay que olvidar que este patógeno es extremadamente contagioso, transmitiéndose por las gotas respiratorias y probablemente por las superficies al ser tocadas (fómites). Por eso deben utilizarse equipos radiográficos portátiles para limitar el movimiento de los pacientes sospechosos.
A fecha 4 de marzo de 2020, la OMS recomienda protección respiratoria con el uso de una mascarilla estándar, a menos de que se vayan a realizar procedimientos generadores de aerosoles. Normas adicionales por parte del CDC incluían precauciones de transmisión aérea y el uso de mascarillas N95 como mínimo, así como el uso de equipos de protección individual (que incluyen batas aislantes, guantes desechables y protección ocular con gafas). Disminución de su transmisión mediante estas medidas fue demostrada en un estudio con 254 miembros del personal sanitario expuestos al SARS.
Si estos pacientes necesitaran estudios ecográficos, de TC o RM, todo lo que entre en contacto con el paciente debe ser desinfectado después de cada contacto. Por eso, se debe estar preparado para la incidencia en ascenso de los casos de COVID-19.
Valoración personal:
Este artículo me parece una revisión concreta, sencilla y fácil de leer para todos aquellos que vemos que la infección por COVID-19 forma parte de nuestras vidas. Los hallazgos por imagen de esta infección son inespecíficos y por eso debemos conocerlos y también maximizar nuestras precauciones de higiene y desinfección de los equipos y de nuestros servicios de Radiodiagnóstico.
Quizá mi única pega al artículo es que echo de menos un mayor número de imágenes de casos, considerando que se trata de un artículo dirigido a radiólogos y técnicos de radiología
Alejandra Maestro Durán-Carril
Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, R3
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