Artículo seleccionado: Schäfer J, Granata C, Kalle T, Kyncl M, Littooij A, DiPaolo P et al. Whole-body magnetic resonance imaging in pediatric oncology — recommendations by the Oncology Task Force of the ESPR. Pediatric Radiology 2020;50:1162–1174
DOI: https://doi.org/10.1007/s00247-020-04683-4
Sociedad: Pediatric Radiology (@PedRadJournal)
Palabras clave: cancer predisposition syndromes, children, magnetic resonance imaging, neoplasia, staging, surveillance, whole-body imaging.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: ESPR (Sociedad Europea de Radiología Pediátrica), RM (resonancia magnética), SIOP (Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica), FDG PET (F-18 2-fluoro-2-desoxiglucosa tomografía por emisión de positrones), MIBG (Iodo 123 metaiodobenzylguanidine, SUV (valor estandarizado de captación), DWI (difusión), ADC (coeficiente de difusión aparente), FSE (fast spin echo), FOV (campo de visión), STIR (short tau inversion recovery).
Línea editorial del número: La revista Pediatric Radiology es la revista oficial de la Sociedad de Radiología Pediátrica en Europa, Asia, Oceanía, y Latinoamérica que se encarga de revisar mensualmente temas de actualidad en las diferentes secciones de la radiología pediátrica con el fin de mantener a la vanguardia a los que se dedican a este área de la radiología.
El volumen de este mes (número 50) presenta una variedad de tópicos bastante interesantes entre los cuales resalto los artículos relacionados con el impacto del SARS-CoV en el departamento de radiología pediátrica, así como los efectos que ha tenido la pandemia en la población general en el ámbito educacional, y socio-emocional. Además sale a relucir el tema del síndrome del Burn out que cada vez es más frecuente entre las diferentes especialidades médicas y por supuesto el radiólogo en este caso pediátrico no se queda atrás. Revisan también una serie de casos diagnosticados con estenosis hipertrófica del píloro y la implicación de encontrar gas portal, hallazgo que parece ser bastante frecuente y no necesariamente implica un peor pronóstico. Además, dependiendo del estado clínico del niño se determinará la necesidad de realizar otras pruebas diagnósticas ni tampoco implica un peor pronóstico.
Motivo para la selección: Ahora mismo estoy en la rotación de pediatría, la cual es un área bastante amplia por lo que la selección del artículo fue difícil, ya que no sabía si hacer una revisión sobre patologías frecuentes como la estenosis hipertrófica del píloro, tumor de Wilms, o sobre cosas más raras que nunca he visto. Después de hacer una análisis consensuado me decanté por el artículo que revisa las recomendaciones de la Sociedad Europea de Radiología para la realización de la RM de cuerpo entero. Si bien no es un tema frecuente, porque es algo que se viene realizando desde hace poco y no en todos los centros se tiene la disponibilidad para realizarlo, sin embargo he visto varias y me parece que sería interesante revisarlo en este espacio y así actualizarnos un poco.
Resumen:
En las dos últimas décadas la utilización de la RM de cuerpo entero ha aumentado en pacientes pediátricos oncológicos y en aquellos con predisposición genética para desarrollar tumores (Síndrome de Li fraumeni, entre otros), ya que permite valorar a los pacientes desde la cabeza a los pies o desde la base de cráneo hasta los muslos sin necesidad de emplear radiaciones ionizantes. Otra ventaja es que se pueden añadir secuencias para evaluar una zona específica de interés así como para realizar estudios funcionales como la difusión y la perfusión, y de esta forma mejorar la sensibilidad y especificidad del estudio, pero siempre teniendo en cuenta los rangos de duración del mismo que permitan el confort y la seguridad del paciente pediátrico.
A pesar de que está establecido que la estadificación y el seguimiento de niños y adolescentes oncológicos se haga con RM, la realización de la RM de cuerpo entero no está estandarizada en los protocolos de manejo de las sociedades oncológicas pediátricas. Sin embargo se ha venido implementando como parte de los protocolos de seguimiento en algunos centros especializados.
Las recomendaciones que se exponen a continuación abarcan 4 contextos clínicos diferentes, y son consensuadas por un grupo de expertos en el área ya que existe muy poca evidencia científica hasta el momento.
- En los pacientes con linfoma de Hodgkin la estadificación y el seguimiento se realiza con FDG PET/TC, mientras que en los linfoma no Hodgkin la estadificación y el seguimiento se realiza con radiografía de tórax, US, y RM de cráneo dependiendo de los síntomas. Es de vital importancia en estos pacientes establecer la respuesta temprana a la quimioterapia ya que de ésta dependerá la intensidad del tratamiento. Teniendo en cuenta lo anterior y la literatura disponible se propone que la RM de cuerpo entero como una buena alternativa frente al TC con contraste para estadificar a estos pacientes, mientras que el FDG PET/TC sigue siendo el estudio de elección para la estadificación y la respuesta temprana.
- En los pacientes con diagnóstico de neuroblastoma es fundamental la estadificación así como los factores de riesgo por imagen para planificar el tratamiento quirúrgico y normalmente se utiliza TC/RM, gammagrafía con MIBG, y la biopsia ósea para definir la extensión local y metastásica. En este contexto el panel de expertos considera que la RM de cuerpo entero se considera una buena herramienta sobretodo para valorar las metástasis óseas, sin dejar a un lado la RM localizada en el área de interés. Se necesitan más estudios prospectivos para valorar la RM de cuerpo entero versus las imágenes estándar que se emplean en estos casos.
- En los sarcomas de partes blandas es mandatario la realización de un RM del área de interés para evaluar la extensión tumoral y adenopatías, TC para valorar metástasis pulmonares y una gammagrafía ósea. En los sarcomas que afectan al hueso es de vital importancia identificar en la extremidad afecta la presencia de skip metástasis ya que cambia el tratamiento. Se recomienda además tener un FDG PET/TC basal y luego repetirlo si se sospecha recurrencia. En los casos donde el sarcoma esté diseminado la RM podría ser una herramienta adicional para la valoración de metástasis sobretodo óseas.
- Dentro de los síndromes que predisponen a desarrollar tumores en la población pediátrica está el síndrome de Li Fraumeni, síndrome de deficiencia de reparación de desajuste constitutivo, paraganglioma hereditario, síndrome del feocromocitoma, síndrome de predisposición a tumores rabdoides, retinoblastoma hereditario y la neurofibromatosis tipo 1. Dentro de este contexto la RM de cuerpo entero puede jugar un papel importante como herramienta de screening ya que permitiría la detección temprana de tumores y así mejoraría la supervivencia de estos pacientes. Sin embargo hay que tener cuidado al momento de interpretar los hallazgos ya que pueden existir hallazgos incidentales sin significado patológico.
El consenso de expertos teniendo en cuenta la literatura hasta el momento disponible proponen como secuencia básica e imprescindible el STIR coronal con cortes de 3-4 mm. Si se desea evaluar algo específico en cabeza, cuello o tronco se deben realizar cortes transversales, cortes sagitales en caso de evaluar el canal espinal, y dependiendo del contexto clínico se definirá si es necesario realizar un T1 con supresión grasa con contraste. Para ver un ejemplo del protocolo que emplean en el Hospital Universitario de Tübingen se remite a la Tabla 7 del artículo.
Valoración personal:
Como punto negativo es que después de haber leído el artículo me he decepcionado un poco ya que pensé que las indicaciones para realizar una RM de cuerpo entero eran claras y totalmente establecidas, sin embargo me he dado cuenta no es así y que existen muchos vacíos por llenar al ser insuficiente la información en la literatura.
Por otro lado, como punto positivo la RM de cuerpo entero es una buena opción para los niños con patologías crónicas como alternativa al evitar la la exposición repetitiva a la radiación ionizante y posiblemente más adelante se convierta en la piedra angular en algunos casos de los mencionados anteriormente.
Laura Acosta Barrios
Hospital Regional Universitario de Málaga, R3
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