Artículo original: Parikh KD, Ramaiya NH, Kikano EG, et al. COVID-19 Pandemic Impact on Decreased Imaging Utilization: A Single Institutional Experience. Acad Radiol. 2020;27(9):1204-1213.
Sociedad: Association of University Radiologists (@AURtweet).
DOI: 10.1016/j.acra.2020.06.024
Palabras clave: Imaging Utilization, COVID-19, Multimodality.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: COVID-19 (Coronavirus Disease), EPI (equipamientos de protección individual), TC (Tomografía Computarizada), RM (Resonancia Magnética).
Línea editorial del número:
Academic Radiology es la revista oficial de la asociación de radiólogos universitarios (AUR). Esta revista se conoce por publicar, en general, artículos de carácter investigador y docente, centrándose principalmente tanto en los nuevos avances clínicos y/o tecnológicos, como en nuevas técnicas docentes.
En su número de septiembre, destacan varios artículos relacionados con la docencia de la radiología en tiempos de COVID-19, como ejemplo: Nadgir R. Teaching Remotely: Educating Radiology Trainees at the Workstation in the COVID-19 Era.
Motivos para la selección:
Dada la situación de pandemia por COVID-19 que hemos vivido estos últimos meses, es crucial que tratemos de aprender todo lo que podamos de lo ocurrido para mejorar, en lo posible, nuestras decisiones ante futuras crisis. En este sentido, muchos hospitales han publicado sus datos para poder ayudar a otros o a la toma de futuras decisiones. Este es uno de ellos.
Resumen:
Introducción y objetivo
En el momento en el que se declaró la pandemia por COVID-19, el 11 de marzo de 2020, las diferentes instituciones sanitarias (hospitales, centros de salud, etc) implementaron protocolos de actuación con el objetivo, en general, de restringir el acceso al sistema de salud para evitar una futura y peligrosa sobresaturación de los servicios. Estas restricciones, en combinación con el confinamiento decretado por los gobiernos de varios países, resultó en un marcado descenso de la solicitud de pruebas de imagen en los servicios de Radiología.
Aunque este descenso era esperable, apenas hay datos publicados que puedan servir para futuros estudios y/o para la toma de decisiones en futuras crisis sanitarias. Es por ello, que el objetivo de este artículo es aportar los datos recogidos en nuestra institución durante las 8 primeras semanas desde que se declaró la pandemia por la COVID-19.
Material y métodos
El sistema sanitario implicado en el estudio atiende pacientes del noreste de Ohio y al área metropolitana de Cleveland, en Estados Unidos, lo que resulta en aproximadamente un territorio de 3 millones de habitantes. Consta de 18 hospitales, más de 40 centros de salud, 11 centros de urgencias y numerosas consultas médicas.
Durante las primeras 8 semanas desde que se declaró el estado de alarma, solo en Ohio, se confirmaron más de 43000 casos de COVID-19, de los cuales 7000 tuvieron que ser hospitalizados, 1800 ingresaron en unidades de cuidados intensivos y 2600 muertes fueron confirmadas.
Los principales eventos que se ven reflejados en el uso de los servicios de radiodiagnóstico fueron los siguientes:
- 9 de marzo de 2020: se declara el estado de alarma en el estado de Ohio.
- 15 de marzo de 2020: se cierran bares y restaurantes.
- 17 de marzo de 2020: se posponen todos los procedimientos médicos electivos o no urgentes con el objetivo de reservar equipamientos de protección individual (EPIs).
- 22 de marzo de 2020: se declara de forma oficial el confinamiento.
- 1 de mayo de 2020: se permite reanudar aquellos procedimientos que no impliquen el ingreso del paciente.
Los datos se obtuvieron de una plataforma de business intelligence que agrega los datos provenientes del PACS y permite obtener resultados estadísticos a través del análisis de todos los informes de los estudios obtenidos. Concretamente, esta plataforma obtuvo datos de todos los números de acceso (accession number) asociados a un informe radiológico entre el 1 de enero de 2020 y el 30 de abril de 2020, lo que dio lugar a una lista de un total de 350000 números de acceso. Tras exportar estos datos, se decidió ordenarlos por prueba radiológica realizada y por día. Se obtuvo la media normalizada del volumen total de pruebas realizadas por semana desde enero de 2020 hasta mediados de marzo de 2020. Posteriormente, se dividieron las pruebas en función de si fueron realizadas en el paciente ingresado, paciente ambulatorio o en el servicio de Urgencias. Asimismo, también se realizaron grupos en función del tipo de prueba radiológica, excluyendo las angiografías, la fluoroscopia y aquellos números de acceso no asociados a ninguna prueba.
Resultados
La figura 1 del artículo muestra que el volumen de pruebas radiológicas sufrió un descenso del 55% de su media esperada entre el 7 y el 13 de abril. Podemos observar que el comienzo del descenso coincide con la declaración oficial del estado de alarma en el estado de Ohio. Para ofrecer una comparación, la figura 2a nos muestra los mismos valores para la misma época en 2019, periodo en el cual, no solo el volumen no disminuyó, sino que incluso aumentó, lo que apoya la idea de que el descenso de 2020 se debe exclusivamente a la pandemia por COVID-19 y a las consecuencias derivadas de la misma.
- Datos por tipo de paciente: la figura 3 muestra las pruebas de imagen realizadas a pacientes ingresados, ambulatorios y urgentes. Normalmente, la mayoría de las pruebas se realizan a pacientes ambulatorios, representando el 54% del total. Por su parte, los pacientes ingresados o urgentes representan el 20% y el 27%, respectivamente. Sin embargo, entre el 7 y el 13 de abril, los pacientes ambulatorios pasaron a representar el 68% del total de las pruebas radiológicas, con la consecuente disminución del porcentaje del resto. Independientemente del tipo de paciente, el volumen total de pruebas disminuyó de forma generalizada, con un total de 3000-4000 pruebas por semana.
- Datos por modalidad: La figura 4 muestra los cambios que se sucedieron cronológicamente en la distribución de los estudios por modalidad, es decir, por equipo (radiografía, TC, etc). Las mamografías fueron la técnica más afectada, con una disminución del 93% entre el 10 y el 16 de abril. Asimismo, las pruebas de medicina nuclear descendieron un 61% respecto al mismo periodo en 2019. Las ecografías disminuyeron hasta un 58%, las RM hasta un 56%, las radiografías simples hasta un 53% y las TC hasta un 47%.
Discusión
Estos resultados muestran un descenso del 55% en el volumen total de las imágenes generadas el los servicio de Radiología de la institución sanitaria estudiada durante el periodo de 8 semanas especificada, en plena pandemia por COVID-19. Aunque este descenso ya lo habían documentado varios modelos de predicción, el valor de este estudio radica en la aportación de datos de la región de Ohio para la comparación con datos de otras regiones. Como ejemplo, un estudio realizado en Nueva York demostró un descenso de tan solo el 18% del volumen. Serán necesarios más estudios para explicar esta discrepancia. Sin embargo, ambas regiones observaron el mayor descenso en aquellas pruebas de pacientes ambulatorios, siendo igualmente la mamografía y las pruebas de medicina nuclear las modalidades más afectadas.
El descenso en el volumen de unas pruebas de imagen diagnósticas desemboca, además, en el descenso de otras pruebas. Como ejemplo, al no realizarse las mamografías de screening, tampoco se han realizado las pruebas de suelen derivarse de ellas como las mamografías diagnósticas, ecografías y biopsias de mama, reduciendo todavía más el volumen de trabajo en las secciones de mama.
Esta institución tomó varias medidas para abordar la pérdida de volumen y la fase de recuperación inminente que se esperaba ante la nueva “apertura” de los hospitales. El aumento de pacientes tras las resolución del confinamiento y los peores momentos de la pandemia se calculó mediante la suma de las pruebas canceladas relacionadas con la COVID-19 y la demanda normal. Hubo que reprogramar estos pacientes junto con los pacientes programados previamente. Para ello, se amplió el horario de trabajo a las tardes y fines de semana y se formó, de forma acelerada, a 200 técnicos y enfermeras/os para poder llegar a cabo este planteamiento. Asimismo, se implementaron medidas para disminuir el número de personas por habitación y así poder cumplir con el distanciamiento social recomendado. Entre estas medidas, podemos encontrar las implantación de estaciones para el teletrabajo en las casas de los radiólogos o la sala de espera virtual. Se introdujo como obligatorio la mascarilla para todo el personal y todos los pacientes. En los puntos de entrada a los centros sanitarios, se designó personal para la detección de pacientes con fiebre y/o síntomas de COVID-19.
En cuanto a términos económicos, se redujeron o eliminaron los complementos de sueldo de los facultativos por horas extra o dobles turnos, manteniendo la compensación en el sueldo base. Muchos administradores de alto nivel en las instituciones de salud en todo el país sufrieron recortes salariales de hasta un 20%.
Existen varias limitaciones en este estudio. Para empezar, existe una tasa de error aproximadamente del 3% al 10% en la precisión del cálculo del volumen de pruebas que se realizan, ya que se obtienen a través de números de acceso, dado que los estudios no clasificados como pacientes hospitalizados, ambulatorios o urgentes se eliminaron. Además, en ocasiones una prueba estaba asociada a varios números de acceso y viceversa (sólo un número para varias pruebas). Esto es una variabilidad que se asume como inherente al sistema de codificación. Otra de las limitaciones es que solo se estudian las 8 semanas ya mencionadas. Es posible que los datos y las tendencias hayan ido cambiando desde entonces. Además, para obtener una visión más precisa de lo que ha supuesto la pandemia por COVID-19 en la Radiología, lo óptimo sería agregar los datos de diferentes comunidades o regiones de Estados Unidos.
Se recomiendan más estudios en este campo para poder ahondar en las diferentes consecuencias de la pandemia para cada subespecialidad de Radiología.
Conclusión
En conclusión, los datos provistos en este artículo pueden ser útiles para una futura comparación entre regiones y para la creación de un mapa de cómo ha afectado la pandemia en las secciones de Radiología, tanto en las diferentes regiones como en las diferentes subespecialidades.
Estos estudios son de gran utilidad para mejorar futuras predicciones de volumen de pacientes a asumir en un centro sanitario, así como para ayudar en decisiones relacionadas con cambios en la organización del personal y/o en el propio reglamento de la institución, e incluso para el diseño de planes de recuperación.
Valoración personal
Mediante este artículo Parik et al presentan los datos adquiridos durante las primeras semanas del estado de alarma declarado el 9 de marzo de 2020 en respuesta a la pandemia por COVID-19. Estos datos muestran los cambios que hubo en el trabajo de las secciones de Radiología de diferentes centros sanitarios pertenecientes al mismo sistema de salud, de Ohio.
Como único aspecto negativo, el artículo se centra en la disminución del volumen de trabajo en radiología, nombrando las secciones de Mama y Medicina Nuclear como las más afectadas; pero no comenta si alguna sección o técnica radiológica en concreto pudo haber visto aumentado su volumen de trabajo debido a la pandemia, cómo podía ser el caso de las secciones de Radiología Torácica.
En conclusión, este tipo de artículos es esencial para poder aprender de lo sucedido y poder planificar mejor tanto las consecuencias como las medidas a tomar ante futuras crisis. Además, el análisis de estos datos también puede servir para replantearse las cargas de trabajo actuales de los servicios de radiología.
Amaia Pérez del Barrio
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), R3
Deja una respuesta