Artículo original: Gosangi, B., Wong, A., Gujrathi, R. et al. Imaging patterns of thoracic injuries in survivors of intimate partner violence (IPV). Emerg Radiol 30, 71–84 (2023).
DOI: https://doi.org/10.1007/s10140-022-02097-3
Sociedad: American Society of Emergency Radiology (@ERadSociety)
Palabras clave: Intimate partner violence, Chest injuries, Domestic abuse, Domestic violence, Thoracic injuries, Fractures.
Abreviaturas: VPI (Violencia de Pareja Íntima), TC (Tomografía Computarizada), RM (Resonancia Magnética).
Línea editorial del número: Emergency Radiology es la revista bimensual de la Sociedad Americana de Radiología de Urgencias, especializada en el manejo radiológico de la patología urgente. El artículo sujeto a revisión forma parte del número de febrero de 2023, que consta de 15 artículos de temáticas muy variadas, entre los que además me gustaría destacar algunos que me han parecido especialmente interesantes o útiles:
– Un artículo que sugiere la presencia de ciertos hallazgos en radiografía simple que podrían ayudar a distinguir las fracturas vertebrales agudas de las crónicas.
– Un artículo de revisión general de la apendicitis aguda en el que se recogen los fundamentos para su manejo radiológico, sus potenciales complicaciones y las entidades que forman parte de su diagnóstico diferencial, con un enfoque simple y sistemático que puede resultar de gran utilidad para residentes en los primeros años de formación, pero también como artículo de consulta para el manejo diario de la radiología de urgencias.
– Un case report muy interesante de encefalomielitis aguda diseminada por virus de la viruela del mono.
Motivos para la selección: La práctica médica es un acto complejo que no solo persigue el bienestar del paciente como individuo sino también el de la sociedad, y debe orientarse como tal tratando de identificar los problemas de salud que suceden dentro de un contexto (social, económico, cultural) determinado, con el objetivo de optimizar la labor asistencial y ayudar de esa manera a construir un entorno seguro para todos/as. No obstante, en muchas ocasiones el ejercicio de la medicina en la actualidad tiende a tener un enfoque predominantemente científico-analítico que puede incurrir en la despersonalización y el alejamiento con el paciente con la consecuente pérdida de calidad asistencial, un problema al que la radiología es especialmente vulnerable dado el escaso contacto directo médico-paciente en la práctica habitual. En este sentido, la existencia de artículos como el sujeto a revisión en este texto puede resultar de gran valor para recordarnos y señalarnos la conexión de nuestra labor con el estado de salud global de los pacientes, así como el potencial de nuestra especialidad para proporcionar una atención sanitaria transversal y contribuir a la salud pública.
Resumen:
La violencia de pareja íntima (VPI) es un problema de salud pública de alta prevalencia y con un importante impacto socio-económico, que involucra hasta 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 7 hombres en EEUU. Tiene además unas altas tasas de morbilidad y mortalidad asociadas, siendo la causa de más del 50% de los homicidios de mujeres cada año en EEUU, lo que remarca la necesidad de estandarizar herramientas y establecer protocolos para una temprana identificación e intervención.
Las lesiones más comúnmente reportadas en supervivientes de VPI involucran la cabeza, la cara y el cuello, ya que son los sitios de más fácil acceso en una confrontación física; por otro lado, las lesiones en el torso (tórax y abdomen) son las lesiones menos frecuentes relacionadas con la VPI.
El estudio realizado se fundamenta en una revisión retrospectiva de una lista de 1248 pacientes víctimas de VPI facilitada por el Programa de Prevención e Intervención de Violencia Doméstica de un centro médico del Noreste de EEUU, de los cuales 668 contaban con pruebas radiológicas (ecografía, TC, RM, fluoroscopia, pruebas de medicina nuclear, etc) que fueron analizadas en busca de potenciales lesiones. Cuatro médicos especialistas en Radiología de Urgencias identificaron las lesiones torácicas en las distintas pruebas, al mismo tiempo que anotaron las lesiones sincrónicas y no sincrónicas en otras localizaciones del cuerpo. Los estudios en los que se habían identificado lesiones torácicas fueron posteriormente analizados y contrastados por un especialista en Radiología de Urgencias y Radiología Torácica. Como resultado, se recogieron 288 casos con lesiones, de los cuales 30 presentaban lesiones torácicas.
Un total de 89 lesiones torácicas fueron identificadas en dicho conjunto de treinta supervivientes de VPI, de los cuales la mayoría fueron mujeres (26/30, 87%). De las 89 lesiones descritas, 67 se corresponden con lesiones óseas, 12 viscerales y 10 fueron lesiones de tejidos blandos. La lesión torácica más frecuentemente asociada a la VPI fue la fractura costal, con un total de 52 fracturas costales identificadas de las cuales 24 fueron agudas, afectando a 17 pacientes (57% del total); otras fracturas observadas con menor frecuencia fueron las esternales (10% de los pacientes), vertebrales (10 %) y claviculares (7%).
Además de las lesiones óseas, se observaron 7 casos de neumotórax (23% de los pacientes), 2 casos de contusiones pulmonares (7%) y 2 casos de neumomediastino (7%).
Por otro lado, en el estudio se observó que una parte significativa de las víctimas con lesiones torácicas habían presentado lesiones previas en extremidades, cabeza y cuello, y que posteriormente presentaron más lesiones en cabeza y cuello e incluso lesiones penetrantes del abdomen, un hallazgo que subraya la importancia de la identificación temprana de IPV antes de una mayor escalada de violencia que dé lugar a lesiones graves y potencialmente mortales.
Los autores concluyen que los resultados de este estudio observacional señalan un gran valor potencial tanto de los estudios radiológicos como de los radiólogos en la identificación de VPI, debiendo tomar conciencia sobre determinados patrones de lesiones y manifestaciones radiológicas que puedan fundamentar la sospecha. En el caso de las lesiones torácicas, esta labor podría centrarse por ejemplo en la identificación temprana de fracturas costales, especialmente aquellas asociadas a otras lesiones sincrónicas o no sincrónicas en cabeza y extremidades.
Valoración personal:
Este artículo ha llamado especialmente mi atención por el enfoque que propone para la práctica radiológica, tratando de reubicar sus límites en la actividad asistencial y reconocer su potencial para inferir e identificar otros problemas que trascienden a lo orgánico a partir de ciertas manifestaciones en las pruebas de imagen. En este sentido, me parece que es crucial para la práctica médica entender el contexto de los pacientes y de la comunidad, con el objetivo de conseguir una comprensión global de los potenciales problemas de salud sobre la que se puedan fundamentar estrategias sistematizadas y optimizadas para identificarlos, prevenirlos y combatirlos; por ello, considero muy valiosa la propuesta de este artículo y me gusta que se dedique un espacio importante a contextualizarlo, analizando el problema social de la VPI.
En cuanto a los aspectos técnicos del estudio, probablemente su mayor flaqueza sea el escaso número de pacientes en los que se basa, lo que no solamente reduce el valor de los datos que aporta y los hace poco extrapolables sino que además debilita sustancialmente el peso de sus conclusiones. En mi opinión, el objetivo del estudio puede ser de gran interés y su aspiración es loable, pero su conclusión podría ser de mayor utilidad si se fundamentara en unos datos más consistentes que permitiesen proponer unas indicaciones más claras y específicas.
Fernando Rodado Aranguren
Hospital Universitario de La Princesa, R3
fernandorodado@gmail.com
Deja una respuesta