Impacto del uso del valor medio del ADC para la clasificación de lesiones con O-RADS mediante RM.

Artículo original:  Al Shaimaa Fathi Elshetry, Enas Mahmoud Hamed, Reem Abdel Fattah Frere, Nesma Adel Zaid. Impact of Adding Mean Apparent Diffusion Coefficient (ADCmean) Measurements to O-RADS MRI Scoring For Adnexal Lesions Characterization: A Combined O-RADS MRI/ADCmean Approach, Academic Radiology, Volume 30, Issue 2, 2023.

DOIhttps://doi.org/10.1016/j.acra.2022.07.019.

Sociedad: Association of University Radiologists, the Society of Chairs of Academic Radiology , the Association of Program Directors in Radiology, the American Alliance of Academic Chief Residents in Radiology, the Alliance of Medical Student Educators in Radiology, the Radiology Research Alliance, the Radiology Alliance for Health Services Research, and the Medical Image Computing and Computer-Assisted Intervention Society.

Palabras clave: Lesión de anejo · Imagen por resonancia magnética · Imagen potenciada en difusión · Ovarian-Adnexal Imaging-Reporting and Data System · Coeficiente de difusión aparente

Abreviaturas y acrónimos utilizados: ADC (coeficiente aparente de difusión), ADCmean (media del valor del coeficiente aparente de difusión), AUC (área bajo la curva), DWI (imagen potenciada en difusión), NLR (ratio de verosimilitud negativa), O-RADS (Ovarian Imaging and Reporting Data System), PLR (ratio de verosimilitud positiva),  RADS (Imaging and Reporting Data System), RM (resonancia magnética).

Línea editorial del número: Este mes la revista Academic Radiology trae un apartado técnico centrado en Biomarcadores adquiridos por Imagen Multiparamétrica Cuantitativa. Es por tanto obligado destacar dichos artículos; por ejemplo un artículo donde biomarcadores se utilizan para determinar el estado general de salud de pacientes, otro sobre una dinámica de trabajo para su desarrollo y validación y otro que nos aporta guías para el desarrollo, aplicación y publicación de resultados de dichos biomarcadores.

Motivo de selección: El artículo elegido forma parte del tema sobre el que el número de la semana está orientado: el uso de biomarcadores. Quitando la parte más técnica dedicada a la obtención y análisis de dichos biomarcadores (con algunos artículos mencionados en el apartado anterior y que se recomienda al interesado su lectura), el artículo seleccionado nos pone en una situación práctica del uso de estos biomarcadores, su utilidad y sus limitaciones. Además, el tema tratado – el uso de los valores cuantitativos del ADC en los sistemas RADS – es un tema habitual y posiblemente su uso se empiece a implementar en las próximas actualizaciones de dichos sistemas.

Resumen:

El sistema O-RADS para la clasificación de lesiones anexiales lleva existiendo desde el año 2013, con la última actualización, donde adquirió su actual nombre, en el año 2020. Este sistema de clasificación de lesiones utilizado en RM tiene una buena sensibilidad y especificidad (92-93% y 90-91%, respectivamente). No obstante, y a pesar de que el peso de las secuencias DWI es importante, el uso de los valores cuantitativos en los mapas de ADC, que podría aportar mejoras en cuanto a la capacidad de estos sistemas para clasificar las lesiones, no está contemplado.

A pesar de que los valores cuantitativos de la difusividad aparente aportada por los mapas de ADC, especialmente el ADCmean, han mostrado en varios estudios capacidad para discriminar o ayudar a separar entre lesiones benignas y malignas, su uso en los sistemas RADS se ha visto impedido por una serie de limitaciones que su uso puede plantear – especialmente relacionados con aspecto técnicos de la obtención de estos mapas. Este estudio evalúa el impacto de la adición de valores de ADCmean en la capacidad discriminatoria y clasificatoria del sistema O-RADS.

Un total de 102 mujeres fueron incluidas en el estudio de forma consecutiva tras determinarse que necesitaban un estudio de RM para establecer la naturaleza de las lesiones anexiales que tenían. Fueron excluidas 12 de dichas mujeres por ausencia de hallazgos histológicos o de control por imagen, diagnóstico de hematoma que no se encontraba en el anejo y diagnóstico de fibromas uterinos. Esto supuso que la muestra final total fuera n = 90.

El protocolo utilizado para la adquisición de las imágenes de pelvis fue el estándar utilizado en la institución donde se realizó el estudio:

·         Secuencias T1 axiales sin y con saturación grasa.

·         Secuencias T2 axiales/coronales/sagitales sin y con saturación grasa.

·         Secuencia DWI axial con mapas de ADC.

·         Secuencia T1 axial/sagital tras administración de contraste a los 30 y 40 segundos.

Dos lectores de forma independiente clasificaron las lesiones visualizadas, en caso de discrepancia se ponían de acuerdo en un valor único, dentro de la clasificación O-RADS. Además, aportaban datos sobre su origen, morfología, engrosamiento mural, la presencia de septos, proyecciones papilares, nódulos murales, la presencia de contenido graso, intensidad de la señal, difusión facilitada o restringida, realce de porciones sólidas y otros hallazgos. Un tercer lector y uno de los dos anteriormente mencionados, daban un valor de ADCmean obtenido en alguna región de baja señal o con realce tras la administración de contraste.

Los resultados mostraron unos excelentes valores de concordancia interobservador para la clasificación de las lesiones según el O-RADS, mientras que para la determinación del valor ADCmean la reproducibilidad interobservador era más baja.

Se evaluaron los resultados para la clasificación de las lesiones según el O-RADS utilizando este propio sistema, los valores de ADCmean por sí solo y la combinación del O-RADS estándar con la adición de los valores de ADCmean. En este estudio, se utilizó un valor límite cuantitativo de 1.08 · 10-3 mm2/s para clasificar una lesión como agresiva o maligna en base al ADCmean solamente.

La combinación del sistema O-RADS con los valores de ADCmean resultó en una disminución del número de falsos positivos – en comparación con el uso únicamente del sistema O-RADS o del valor ADCmean – lo cual se tradujo en un aumento significativo de la especificidad, el valor predictivo positivo y el PLR. Las diferencias en cuanto al AUC, la sensibilidad, la tasa de verdaderos negativos y la NLR no fueron significativas; no obstante, sí que hubo un aumento absoluto en el número de falsos negativos. Esta mejora fue especialmente significativa para aquellas lesiones que habían sido clasificadas como O-RADS 4, evitando, por tanto, cirugías innecesarias.

Valoración personal:

–   Ventajas: Como principal ventaja es que es un estudio prospectivo (consecutivo eso sí), bien diseñado, con un modelo sencillo, pero de gran utilidad que de nuevo pone en el punto de mira en el valor cuantitativo del ADC para ayudarnos en los sistemas de clasificación RADS y poder determinar de una forma más fidedigna la naturaleza de las lesiones.

–    Desventajas: La limitación principal del estudio reside en la idiosincrasia de los valores de los mapas de ADC que dependen tanto del fabricante como del modelo utilizado; una posible solución sería estandarizar los valores – algo que no se espera de los fabricantes – o utilizar unos valores diferentes de valor de ADCmean según el modelo de la máquina – algo que también requeriría mucho trabajo de investigación para poder obtener unos valores fiables para cada modelo. Además, otras limitaciones son que el estudio se realizó con una única máquina y en un mismo centro.  

Nader Salhab Ibáñez

Hospital Clínic Universitari de València, València, R4

nasalibrx@gmail.com

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Publicado en Academic Radiology

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