Osteomielitis bacteriana en la población pediátrica: una revisión exhaustiva

Artículo original: Restrepo R, Park H, Karakas S, Cervantes L et al. Bacterial osteomyelitis in pediatric patients: a comprehensive review. Skeletal Radiology. 2024(March)online.

DOI: https://doi.org/10.1007/s00256-024-04639-x 

Sociedad: International Skeletal Society (@intskeletal).

Palabras clave: Osteomielitis bacteriana, población pediátrica, niños. 

Abreviaturas y acrónimos utilizados: RM (Resonancia Magnética)

Línea editorial: Skeletal Radiology  es una revista de publicación mensual y la revista oficial de la International Skeletal Society, la Society of Skeletal Radiology y el Australian Musculoskeletal Imaging Group.

Enfocada en los aspectos radiológicos de las anomalías esqueléticas, la revista adopta un enfoque interdisciplinario para abordar una amplia gama de temas relacionados con la patología músculo-esquelética. Ofrece una variedad de contenidos, como revisiones académicas, artículos científicos y casos seleccionados, con el objetivo de compartir la información más reciente en este campo.

Su periodicidad es mensual, estando el número de abril de 2024 compuesto por 26 artículos. Además del texto revisado sobre la osteomielitis crónica en la edad pediátrica, destacaría las aplicaciones del TC con energía dual y la detección de las lesiones estructurales en las articulares sacroilíacas en pacientes con espondiloartritis.

Motivo para la selección: He decidido revisar este artículo porque lo considero interesante para mi formación, ya que es una entidad común y por lo tanto es importante conocer las características radiológicas y las enfermedades que pueden simularla, consiguiendo hacer un correcto diagnóstico diferencial. 

Resumen:

La osteomielitis es una inflamación ósea secundaria a una infección microbiana. Suele afectar a niños menores de 5 años, y es más frecuente en el sexo masculino debido a la incidencia de microtraumatismos. La mayoría de los casos de osteomielitis en pediatría son hematógenos resultantes de una bacteriemia. 

Aunque cualquier hueso puede estar afectado en la osteomielitis, tiene predilección por los huesos largos, alcanzando un 75% la afectación de las extremidades inferiores.

Etiología

La clave en el abordaje de la osteomielitis es identificar el agente etiológico ya que tiene gran repercusión en el tratamiento y en el pronóstico.

Los dos patógenos más frecuentes en los niños menores de 5 años son el D. Aureus y Kingella Kingae. K.Kingae es un cocobacilo gram negativo que coloniza la orofaringe de los niños sanos, siendo el principal patógeno de las infecciones osteoarticulares en la población pediátrica.

Staphylococcus aureus sensible a meticilina, productor de leucocidina de Panton Valentine (PVL -MRSA), tiene una toxina que destruye leucocitos y está asociado a una mayor mortalidad y morbilidad.

Clínica

La presentación clínica varía dependiendo de la severidad de la infección.

El síntoma más común es el dolor generalmente durante una semana. La fiebre suele ser frecuente aunque está ausente hasta en un 40% de los casos.

El eritema, la inflamación articular y la cojera son síntomas sugestivos de osteomielitis.
La osteomielitis causada por K. Kingae suele ir precedida de infección de vías respiratorias altas.

Patología

Durante los primeros 18 meses de vida el foco de la infección es metafisario, extendiéndose hacia la epífisis a través de vasos transfisarios. Después de los 18 meses y antes de la madurez esquelética, el suministro vascular de la epífisis se separa del de la metáfisis favoreciendo la diseminación a través de la corteza adyacente. Después de la maduración esquelética, la continuidad vascular entre la metáfisis y epífisis se restablece, lo que contribuye a la propagación epifisaria de la infección.

Radiografía

Aunque la sensibilidad y especificidad de la radiografía de tórax es baja en el inicio de la enfermedad, es útil para descartar otras patologías con similar presentación clínica, y para el seguimiento y complicaciones de la osteomielitis.

Ecografía

No se utiliza de rutina, siendo útil en aquellos casos en los que la osteomielitis se asocia a artritis séptica.

TC

La TC no se utiliza de rutina en la osteomielitis aguda debido a sus limitaciones para valorar los tejidos blandos y por la radiación.

RM

Es el gold standard. La administración de gadolinio es esencial para la detección de abscesos, presentándose como colecciones hiperintensas en T2 con hipercaptación periférica, y para el diagnóstico de hueso isquémico o necrótico.

Debido a la ausencia de médula ósea grasa en la población pediátrica, no es necesario el empleo de secuencias con supresión grasa tras la administración de contraste intravenoso.

La osteomielitis aguda se muestra como un área de aumento de señal en secuencias T2, con bordes mal definidos en secuencias T1, que permiten diferenciarlo de neoplasias. En esta fase podemos observar abscesos subperiósticos identificándose como colecciones líquidas debajo del periostio.

Hay una complicación extremadamente rara que sucede en la población pediátrica y es la separación epifisaria, afectando con más frecuencia a la cadera, jugando la RM un papel esencial en el diagnóstico de la misma.

Durante la evolución subaguda de la osteomielitis, desde el primer al tercer mes de la infección, podemos ver el absceso de Brodie como una colección de bordes bien definidos rodeada de edema de médula ósea. Típicamente presenta un anillo hiperintenso en T1 que corresponde con tejido de granulación que realza tras la administración de contraste.

La osteomielitis crónica ocurre cuando la infección tiene un tiempo de evolución de al menos tres meses, siendo característico de esta fase el secuestro, que consiste en hueso necrótico, rodeado de hueso nuevo viable conocido como involucro. Este contenido purulento drena a los tejidos blandos adyacentes a través de un defecto cortical que es conocido como cloaca. El tracto sinusal va a comunicar el hueso infectado con la superficie cutánea.

Las secuelas de la osteomielitis dependen de la virulencia del microorganismo, el retraso en el tratamiento, la extensión y la edad del paciente. Las secuelas más frecuentes son la discrepancia en la longitud de las extremidades, y aumento del riesgo de fracturas.

Simuladores de la osteomielitis bacteriana

Existen varias enfermedades, neoplásicas y  no neoplásicas, que presentan similares síntomas y hallazgos por imagen.

  • Osteomielitis crónica no bacteriana

Es una enfermedad autoinmune que afecta típicamente a las metáfisis de las extremidades inferiores. Los hallazgos por RM son similares a la osteomielitis bacteriana, aunque no es frecuente la formación de abscesos, y suele tener una afectación bilateral y simétrica.

  • Osteoma osteoide

Es una lesión benigna que puede tener distintas formas de presentación. Cuando es intracortical se manifiesta como una lesión radiolucente, conocido como nidus central, con una esclerosis reactiva circundante.

  • Sarcoma de Ewing

Los síntomas son comunes a los de la osteomielitis, consistentes en dolor e inflamación, y en ocasiones también pueden responder a tratamiento antibiótico y antiinflamatorio. A diferencia de la osteomielitis tiene predilección por la diáfisis y presenta una reacción perióstica agresiva, con un aumento de partes blandas hipercaptante. 

  • Histiocitosis de células de Langerhans

Aunque ambos se pueden presentar como lesiones líticas con reacción perióstica, la histiocitosis suele afectar a varios huesos y presenta una afectación multisistémica.

Tratamiento

El tratamiento se basa en antibioterapia e intervención quirúrgica en determinados casos en los que sea necesario eliminar el tejido desvitalizado y el secuestro.

Se recomienda administrar la antibioterapia lo más precoz posible, aunque no se haya determinado el patógeno, cubriendo S. aureus, y en menores de cuatro años también K. Kingae.

Valoración personal

Es un artículo breve y de fácil comprensión, que aporta las principales manifestaciones clínicas y radiológicas de la osteomielitis bacteriana en la población pediátrica, así como su tratamiento. Me ha parecido que aporta información necesaria para un conocimiento básico de la osteomielitis, aunque no profundiza en las características radiológicas que nos permiten hacer un diagnóstico diferencial con las patologías que la pueden simular.  No obstante, considero que es una lectura útil y práctica para adquirir conocimientos fundamentales sobre la osteomielitis bacteriana.

Mª Isabel Alaejos Pérez

Hospital Río Carrión de Palencia, R4.

isabelalaejosperez@gmail.com

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Publicado en Revistas, Skeletal Radiology

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