Angiolipoma: revisión de 778 lesiones de 344 pacientes

Artículo original: Kransdorf MJ, Larsen BT, Goulding KA, Cumsky JL, Hwang S, Long JR. Angiolipoma: A review of 778 lesions in 344 patients. Skeletal Radiology. 2022;52(3):541-52. 

DOI: https://doi.org/10.1007/s00256-022-04075-9

Sociedad: International Skeletal Society (@intskeletal)

Palabras clave: angiolipoma, neoplasm, lipomatous tumor, MRI, CT, US.

Abreviaturas y acrónimos utilizados: RM (Resonancia Magnética), TC (Tomografía Computarizada).

Línea editorial: 

Skeletal Radiology es una revista científica de publicación mensual, cuyo objetivo es proporcionar al lector información actualizada sobre anatomía, fisiopatología, epidemiología y hallazgos radiológicos de distintas entidades que afectan al sistema musculoesquelético. La edición del mes de marzo es un número especial sobre imagen en oncología musculoesquelética, que está compuesto por 25 artículos, incluyendo artículos de revisión, de investigación y casos clínicos. De todos ellos, en mi opinión serían destacables: “Staging of primary and secondary solid musculoskeletal tumors”, “Ultrasound and MR imaging of peripheral nerve tumors: the state of the art” y “The 2020 World Health Organization classification of bone tumors: what radiologists should know”, ya que considero que tratan de tres temas complejos pero útiles por su frecuencia, por lo que recomendaría guardarlos para tenerlos a mano en el futuro como consulta. 

Motivos para la selección: 

La radiología nos permite estudiar las características de las diferentes tumoraciones de la piel. He escogido este artículo para aprender más sobre el angiolipoma, una lesión benigna cuyas peculiaridades es importante conocer para no confundirla con otras lesiones. 

Resumen:

Se denomina angiolipoma a aquel nódulo benigno, subcutáneo y encapsulado, frecuentemente multifocal, que aparece típicamente en la juventud. Son lesiones relativamente comunes y en general fácilmente palpables, siendo a veces incluso dolorosas, pero que pueden ser pasadas por alto en las distintas técnicas de imagen para aquellos que no estén familiarizados con su apariencia. Están compuestos por células grasas maduras entremezcladas con vasos de pequeño calibre (capilares), que en ocasiones asocian trombos de fibrina intracapilares, que es posible que expliquen su presentación dolorosa.

Histológicamente, los angiolipomas presentan una apariencia similar a los lipomas, pero con neo-vasos sanguíneos que infiltran el tejido adiposo de la lesión en distintas direcciones, sin sobrepasar sus límites. Aunque su base histológica está bien establecida, las características radiológicas de estas lesiones han recibido menor atención. Por tanto, el objetivo de este estudio es identificar aquellas características clínicas y por imagen (mediante RM, TC y ecografía) propias de los angiolipomas.

De forma retrospectiva, los autores revisaron la base de datos de su institución e incluyeron en el estudio todos aquellos casos de angiolipomas subcutáneos que recibieron un diagnóstico anatomopatológico definitivo entre el 1 de enero de 2019 y el 31 de diciembre de 2021. Mediante esta búsqueda se identificó a 334 pacientes que habían sido sometidos a resección quirúrgica de 778 lesiones individuales que cumplían los criterios de inclusión. 

Se recogió la información demográfica de los pacientes (edad y género), así como la presentación clínica, el número y la distribución anatómica de las lesiones. Se revisaron los estudios de imagen preoperatorios, disponibles en 138 lesiones individuales de 79 de los pacientes, conformando un total de 155 pruebas de imagen (RM en 43 casos, TC en 39 casos, ecografía en 72 casos, PET-TC en 1 caso), y se definieron las características radiológicas de las lesiones (tamaño, localización en el plano subcutáneo, morfología, contenido en grasa y los rasgos específicos de cada técnica de imagen). 

La recogida de datos mostró que, en general, las lesiones eran de pequeño tamaño (2,4 cm de eje largo de media), mayoritariamente localizadas en extremidad superior, y que su presentación clínica más frecuente era como masa sintomática o masa de lento crecimiento. Según la literatura, los angiolipomas son más frecuentemente múltiples, aunque en este estudio no se demostró este hallazgo, probablemente por tratarse de lesiones estudiadas de manera dirigida, no valorando si existía afectación del resto del cuerpo. 

La mayoría (85,5%) de los angiolipomas subcutáneos estudiados por imagen fueron superficiales (colindantes a la piel) y el 96,8% presentaban una morfología típica (forma de alubia de aspecto multilobulado). En cuanto a sus características radiológicas, su apariencia es variable en dependencia de la proporción entre los componentes vascular y adiposo. 

La prueba de imagen más utilizada para el estudio de estas lesiones fue la ecografía. Todas las lesiones estudiadas mediante esta técnica presentaban un aspecto heterogéneo, siendo la mayoría (86,1%) ligeramente hiperecogénicas respecto a la grasa adyacente, y con vascularización negativa (similar a la de la grasa adyacente) en el 73,2%. Los hallazgos por imagen del lipoma y del angiolipoma se superponen, por lo que su distinción puede ser difícil. Otros autores sugieren que existen una serie de hallazgos significativos que permiten diferenciar una entidad de otra, pero en este estudio no se ha abordado esta cuestión.

De las lesiones estudiadas por TC/RM, la mayoría presentaban una proporción de grasa < 1/3 o de aproximadamente la mitad de su volumen. En TC, los angiolipomas aparecían como lesiones redondeadas y encapsuladas, con grasa macroscópica en el 85% de los casos, y con realce curvilíneo tras la administración de contraste más prominente a nivel subcapsular, siendo más fácilmente identificable en aquellas lesiones con alto contenido en grasa. En RM, las lesiones presentaban un aspecto morfológico similar al TC, siendo la mayoría de las estudiadas de señal intermedia en las secuencias sensibles al líquido, y con un realce moderado tras la administración de contraste, más evidente que en el TC. 

Valoración personal:

Como punto positivo del artículo, destacaría las numerosas imágenes que incluye, que nos permiten observar las características clínicas, radiológicas y anatomopatológicas del angiolipoma subcutáneo.

Como puntos negativos, en primer lugar decir que me ha parecido un artículo un poco farragoso, que desarrolla información que no resulta tan relevante, lo que condiciona que la lectura resulte un poco pesada. Por otro lado, considero que así como se organizan en varias tablas los datos clínicos recogidos, también podrían haberlo hecho con las características radiológicas, ya que resultaría más visual. Por otra parte, al tratarse de un análisis retrospectivo, no existe uniformidad en los datos clínicos recogidos ni en los estudios de imagen realizados, lo que limita su validez. Sobre todo destaca el hecho de que gran parte de las lesiones incluidas en el estudio no tienen una prueba de imagen preoperatoria, lo que condiciona una importante pérdida de datos sobre las características radiológicas de estas lesiones. Por último añadir que existe subjetividad en la valoración de algunas de las características radiológicas de las lesiones (por ejemplo, su ecogenicidad, vascularización y grado de realce), lo que también resulta limitante para el objetivo final del estudio.

Elena Julián Gómez

Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Santander, R3

elen.jg95@gmail.com

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Publicado en Revistas, Skeletal Radiology

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